Por: Gilberto Jiménez Carrillo

La Sexagésima Octava Legislatura fue electa el 1 de julio de 2018, e inició trabajos formalmente el 31 de agosto de 2018. Esta legislatura está integrada por ocho diputados del partido Morena, seis diputados del Partido del Trabajo (PT), cinco del Partido Revolucionario Institucional, cuatro del Partido Acción Nacional (PAN), uno del Partido Verde Ecologista de México y uno del Partido de la Revolución Democrática (PRD). En total, 15 diputados electos por Mayoría Relativa y 10 diputados por representación proporcional.

Por primera vez en la historia de Durango, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del Estado, institución mejor conocida como la Gran Comisión, fue presidida por una mujer. La diputada local de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Sandra Lilia Amaya Rosales, asumió tan importante responsabilidad al inicio de la LXVIII legislatura en septiembre del 2018. Desde el primer día mostró habilidades para realizar bien su trabajo, pues resolvía controversias, discusiones o posicionamientos diferentes sin necesidad de pleitos, que finalmente es lo que se busca, llegar a acuerdos por el bien de los duranguenses. La Legisladora mostró ser un vínculo de unidad en gran parte por su trabajo conciliador mostrando características de altura de miras ante los retos.

Hablando de acuerdos, los legisladores convinieron que el segundo año de ejercicio constitucional, la presidencia sería ocupada por el grupo parlamentario del PRI y el tercer año por el grupo parlamentario del PAN. La cúpula del Movimiento de Regeneración Nacional en Durango de aquel entonces, esa que tanto daño le hizo a Morena por su insensibilidad y constantes pleitos internos y que actuaban y manejaban al partido como si este fuera un botín de guerra, a mediados de diciembre, es decir cuatro meses después, decidieron de sus pistolas destituir a Amaya Rosales, alegando inexperiencia política y falta de preparación para las tareas legislativas, como si los advenedizos demás fueran eruditos en estos menesteres.

Sandra les daba y les da la quinta y las malas a muchos de sus colegas parlamentarios, el solo hecho de haber sido Regidora del Ayuntamiento, le da ventaja sobre muchos de sus compañeros, que a lo más han sido jefes de manzana y otros ni eso. El acuerdo de palabra cedió la presidencia de Jucopo para el segundo año legislativo al PRI, asumiendo Esteban Villegas el encargo, pero después de un año, los diputados panistas pensaron que a su fracción le tocaría el último año de la actual legislatura y nada, que los que son mayoría decidieron que siempre no. Se juntaron los diputados de Morena y los del PT para de nueva cuenta presidir la Junta de Coordinación Política, lo cual es absolutamente legal y permitido. Bienvenido este cambio en la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado y bienvenida de nuevo la jovial y trabajadora diputada Sandra Amaya, legisladora que destaca de entre sus compañeros por su eficiencia y que ha mostrado el carácter para representar a los ciudadanos con resultados a la vista de todos. La inmensa mayoría de los duranguenses votó el primero de julio del 2018 por un cambio verdadero, por lo que, desde el poder legislativo, el grupo parlamentario de Morena que encabeza Sandra Amaya, tiene la obligación de cumplir con esta esperanza.

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