Obra Pública
Por: Emmanuel Salazar
La Cámara de la Industria de la Construcción busca en el Congreso del estado modificar la Ley para lograr que la obra pública sea ejercida a través de empresas locales para así alentar la economía, lo cual es positivo siempre y cuando haya una distribución real de proyectos. Es positivo pensar en que el crédito de mil 800 millones de pesos que se autorizó al Gobierno del estado para realizar obra pública sea aplicado a través de empresas locales, pero también se necesita lograr que esas licitaciones lleguen a todas las empresas y se evite dejar todo en las manos de los mismos de siempre.
Hay grupos constructores que prácticamente desde hace tres sexenios repiten y lo vuelven a hacer en obtener las obras más grandes, y son ellos quienes han logrado realmente convertirse en los nuevos millonarios de Durango.
Ese vicio ha afectado al estado de tal manera que las obras que ejecutan resultan de mala calidad, pues buscan lograr el mayor lucro posible y por otra parte impide que otros constructores puedan salir adelante.
Administraciones enteras han concluido y los constructores siguen siendo el mismo grupo preponderante, sin muchos cambios lo que no resulta positivo para nadie, pues eso impide que el recurso se pueda distribuir más y mejor.
Ahora, se tiene desde hace unos años a la fecha la fuerte presencia de constructores que no necesariamente son de Durango aún y cuando su registro fiscal se encuentre en la entidad.
Para un mejor efecto en esa intención de estimular la economía, tan afectada por la recesión que se vivía desde antes de la pandemia, se debe de procurar buscar a los pequeños y micro constructores y permitir que puedan ejecutar más obra, y de esa manera poder llegar directamente a más duranguenses.
Ojalá que haya suficiente vigilancia, por parte del mismo Congreso, para lograr evitar que los pocos, los de siempre acaparen las licitaciones, y que a la vez se evite, que esos grupos incipientes procedentes de otros estados, pero con registro en Durango, puedan quedarse con las obras pues eso lo único que provocará es que el dinero no se quede y no de vuelta en la entidad.
La obra pública que se pretende ejecutar en los siguientes meses debe de alguna manera buscar el efecto multiplicador, pero debe de salir de los constructores que desde hace tres sexenios son los principales beneficiarios.
Comentarios: @jemmanuelsr