Por: Emmanuel Salazar

Lo peor que puede hacer una sociedad en una emergencia sanitaria, es mezclar la política con los temas de salud, y eso ocurre tanto en el ámbito nacional, como en nuestra entidad, con resultados negativos para la comunidad que queda atrapada en verdades a medias.

A nivel nacional, se critica fuertemente la gestión de la pandemia del COVID-19 y se cuestiona a Hugo López Gatell, pues si bien, se contabilizan más de cien mil personas muertas por el nuevo Coronavirus, hasta hoy no se ha observado aquellas escenas registradas en Italia, España y Estados Unidos, en donde las morgues de los hospitales quedaron desbordados y quedaron plasmados en fotografías que dieron la vuelta al mundo.

La famosa reconversión hospitalaria es colocar, habilitar más camas para poder contener en esos lugares a los pacientes enfermos, los cuales, en su mayoría fallecen porque se carece de equipo y personal suficiente para atenderlos.

Pero pese a ello, México ha librado, hasta cierto punto, aquellas imágenes que llegamos a observar incluso en la misma China, cuando inició la pandemia que afectó finalmente al mundo.

En Durango, este martes se provocó un escándalo, porque un actor político que pretende ser candidato a Diputado, el abogado Hugo Rosales Badillo, emplazó a la autoridad municipal a dejar que el comercio vuelva a tomar la calle, como si no hubiera una pandemia, como si no tuviéramos encima la emergencia sanitaria que ha provocado una sobre tasa de defunciones, que por momentos ha llegado al 50 y 80 por ciento, según los datos oficiales que la Secretaría de Salud ha emitido en boletines relativos a excesos de mortalidad.

Rosales Badillo siempre se ha destacado por manejar la Ley de manera particular, y en esta ocasión, no es la excepción, y si bien, legalmente se puede hablar de que no existen un sustento legal de fondo, en los hechos, el abrir, como se plantea el abogado, la actividad comercial en Durango, inminentemente implica que se incremente la sobre mortalidad que ya registra la entidad.

El emplazamiento podría ser respondido por la autoridad en el sentido de que, en el momento en el que las muertes se incrementen de forma desmesurada, quienes hoy por hoy pugnan por la apertura total de la actividad comercial, serán ellos quienes deberán responder a ese inminente momento de enfrentar las defunciones.

Las actividades podrían realizarse si al menos tuviéramos la capacidad de traer todos nuestros cubrebocas, pero ni siquiera eso podemos hacer.

Twitter: @jemmanuelsr