Por: Erick R. Solís Tavizón

Hoy es el último lunes del 2020, sin duda fue un año histórico, que nadie imagino y que propicio a que la sociedad se transformara  incluso a que evolucionara, gracias a una pandemia que nos hizo valorar entre otras cosas nuestras familias y nuestra salud personal, no tenemos un panorama real de cómo ni cuándo podremos salir libremente a las calles, ni en qué condiciones, y hablando específicamente de política, no sabemos cómo se moverán piezas en el tablero de ajedrez, ya que los actores políticos y sus partidos que aun y con toda las adversidades a las que se enfrentaran, tendrán que realizar acciones y estrategias más que efectivas que logren convencer a un electorado y a una sociedad que esta aburrida, decepcionada  y desencantada de todos los colores, campañas y todo lo que huela a política.

Los dados están lanzados, Alea Iacta Est es una frase que se le atribuye al gran Julio Cesar en el momento trascendental de cruzar el río Rubicón cuando pasó con sus tropas hacía Roma, desobedeciendo al Senado y desencadenando una guerra civil. Dicha frase se emplea cuando se toma una decisión difícil, importante y/o arriesgada.

La suerte está echada

Hace unas semanas arrancaron las elecciones más importantes en la historia de Durango y México,  son las más importantes no solo por la cantidad de puestos de elección popular que están en juego, ni por la cantidad tan exorbitante de partidos políticos que participaran; tampoco será por el derroche de recursos que se utilizarán para obtener la silla o a la curul, sino porque se trata de un enorme reto no solo para los órganos electorales y para quién despacha en Palacio Nacional, es un reto para el país entero, para los millones de mexicanos que votaremos por aquellas candidatas y candidatos con los que nos sintamos verdaderamente representados y que presenten una propuesta y soluciones reales a esta crisis y no precisamente sanitaria que generó el Coronavirus, acompañado de la crisis económica, social, de inseguridad, policita a la que actualmente nos enfrentamos.

En lo personal confío en que la sociedad reaccione y que toda esa gente que forma parte de esa “mayoría silenciosa” esta vez sí salga de su casa, con orgullo y valentía, y haga frente a esa clase política que ha llevado a que se genere esta coyuntura de crisis en la que nos encontramos inmersos. Y que lo hagan de la mejor y más democrática forma que existe: Depositando su voto en la urna.

Por lo anterior expuesto, estoy convencido que el próximo 6 de junio, habrá triunfado el sentido común, se habrá impuesto la lógica, y que las y los mejores candidatos habrán conseguido una mayoría que les permita formar un Gobierno. Un Gobierno que por primera vez en la historia de Durango y del país será presidido por aquellos hombres y mujeres valientes, generosos, capaces y con ganas de trabajar para devolverle a todos los mexicanos no solo la esperanza sino el tiempo perdido.

La elección que viviremos el próximo 2021 no será la misma que la de hace tres años, Andrés Manuel López Obrador no estará en las boletas, la el papel que jugaran los nuevos institutos políticos, el gran número de cuadros jóvenes que debutaran en las elecciones, la pandemia, las alianzas partidistas -que a mi punto de vista desestiman y fracturan desde el interior a los institutos políticos y a sus ideologías-, una sociedad cansada y aburrida de la clase política, los apoyos de gobiernos estatales y federales que siguen siendo clientelares más que otra cosa, la participación de las mujeres, entre otros cambios importantes que harán más atractivo y más difícil un proceso que podrá cambiar el rumbo del país. Cada elección es diferente, y sería arriesgado e irresponsable poder predecir algún resultado, pero sin duda alguna y como dirían los romanos: La suerte está echada.

Twitter: @ErickSolisT