Por: Erick R. Solís Tavizón

Mientras usted está leyendo estas líneas amable lector, el foro jurídico del Estado de Durango estará disfrutando de una amena celebración, pero no una de esas que acostumbra la abogacía cada fin de semana, se trata de una fiesta democrática en toda la extensión de la palabra, ya que, más de tres mil agremiados al organismo más importante de abogados en nuestra entidad, tendrán en sus manos, la satisfacción y la oportunidad de haber contribuido con el deber cívico de elegir a su representante y a la próxima mesa directiva de la Barra Mexicana Colegio de Abogados del Estado de Durango A.C.

“La Barra” como comúnmente la conocemos, es un organismo históricamente reconocido, ya que, por sus pasillos e instalaciones (que hace tiempo eran deplorables) han pasado profesionales del derecho que han puesto el nombre de Durango muy en alto, no solo en el ámbito del litigio particular y en lo académico, también en el servicio público; por nuestro Colegio han pasado un importante número de hombres y mujeres que han entregado su vida, su capacidad y su conocimiento a mejorar las condiciones de esta noble profesión en nuestro estado.

Este grupo colegiado, ha defendido históricamente el libre ejercicio del Derecho ante cualquier interés político o de cualquier grupo en el poder, sea ejecutivo legislativo e incluso el judicial.

En lo particular, considero que todo abogado necesita estar colegiado, amen y cuando en nuestro país no existe la figura de la colegiación obligatoria, sería de suma importancia que todos los profesionales del derecho nos preocupemos no solo en participar, sino de estar afiliados para poder dar continuidad a lo que hasta hoy se ha hecho; y que ello sea la clave para que la profesionalización y el reconocimiento social de la abogacía se conviertan en una realidad; y así, se sigan generando no solo las condiciones de infraestructura que merecía el foro jurídico, sino de apoyo solidario para las nuevas generaciones de abogados quienes necesitamos de un organismo autónomo que nos “acuerpe”, que nos oriente,  para iniciar esta noble labor con el pie derecho (como fue mi caso).

Ahora bien, ¿Quiénes son los candidatos en esta contienda democrática?  Ignacio Covarrubias González, abogado litigante desde hace 25 años; Héctor Castañeda Ruiz, abogado especialista en materia fiscal y administrativa; Juan Gómez Bracho, abogado litigante; y, por último, pero no menos importante, Alfredo Enrique Rivera Luna, conocido en los mundos de la abogacía como el “liebre”, abogado litigante especialista en materia penal.

Sin duda, los cuatro son muy buenos candidatos, y seguros estamos que, a quien elija el foro jurídico trabajará arduamente para que nuestro colegio siga teniendo ese sentido de pertenencia y esa identidad que todos los abogados merecemos, pero sobre todo, esas ganas de que nuestra profesión se siga dignificando y al mismo tiempo, podamos tener participación activa en las decisiones importantes de nuestro estado.

ES Cuanto.  

Twitter: @ErickSolisT