Por: Erick R. Solís Tavizón

Medios de comunicación, redes sociales y columnistas locales, enfocaron su atención en días pasados, cuando la alianza del “Va por México” conformada por el PRI, PAN y PRD, anunciaban con bombo y platillo sus candidatos titulares a las diferentes candidaturas locales y federales de nuestra entidad. Un cúmulo de mujeres y hombres que están dispuestos a “ponerse la camiseta” de sus otrora enemigos y defender sus colores antagónicos con el único fin de quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados en San Lázaro, así como en el H. Congreso Local, a la Cuarta Transformación (4T), donde Andrés Manuel y sus aliados gozan de una amplia ventaja.

No será nada fácil, sino todo lo contrario, pues, aunque la actual administración que encabeza López Obrador, ha tenido graves errores como el manejo gubernamental de la pandemia, la ausencia de un ejercicio profesional de planeación en el proceso de vacunación, la amenaza de eliminar los organismos autónomos, Félix Salgado Macedonio, entre otros. Valdría la pena preguntarnos si estas fallas tendrían un efecto electoral. Lo más probable es que sí, pero será solo un efecto secundario, porque estos hechos y muchos más, pueden ser hasta aprovechados por algunos sectores sociales que desde 2006, cunando Andrés Manuel fue candidato presidencial por primera vez lo veían como un peligro o una amenaza para el país. Ese grupo que se oficializa en esta elección conformado por los partidos que verían nacer, Plutarco Elías Calles, Manuel Gómez Morin y Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano.

Frente a ese grupo que observa a un país que parece encaminarse al desastre, están los millones de mexicanos que reciben puntualmente sus apoyos cada mes y que afianzan su devoción a su líder y a sus colores, que al mismo tiempo deja de ser un Presidente y se convierte en un santo o en un redentor; Los que ya andan en campaña, en las calles o incluso en las redes sociales lo ven y se dan cuenta, la forma en que muchas veces hasta violenta, reaccionan los feligreses de la 4T, respecto a lo que se le cuestiona al tabasqueño, esto puede ser un ejemplo de lo que puede llegar a  constituirse el próximo 6 de junio.

Porque mientras unos están convencidos de que las decisiones presidenciales pueden están llevando al país a la ruina y nos estamos convirtiendo en Venezuela, otros tienen la convicción de que todo lo malo es producto de la herencia maldita de la mafia del poder, de la corrupción, los excesos, los aviones de lujo y las casas blancas, que conllevo al desmantelamiento institucional que impusieron los grupos neoliberales.

Esos mas de 23 millones de beneficiarios directos de los apoyos sociales sin duda emitirán un voto agradecido, que se convertirá, en un voto en defensa de sus pensiones y becas, pues el Presidente les ha advertido (cada mañana) “nos quieren derrotar para quitarle el dinero a los pobres” y no resulta difícil imaginar que a esos favorecidos se le puedan sumar parejas, hijos, nietos o vecinos que puedan contribuir a la estrategia electoral.

Se estima que en esta elección la participación sea de un poco menos de la mitad del padrón electoral, si somos mas de 93 millones de electores en todo el país, se espera que votemos aproximadamente 45 millones de mexicanos, de esta manera el peso clientelar y los apoyos del gobierno pueden ser decisivos, además, si le sumamos la falta de cuadros competitivos y de propuestas, el desencanto de los partidos tradicionales, sus fracturas internas y más factores. Sin duda la misión, no será nada fácil.

ES Cuanto.

Twitter: @ErickSolisT