Por: Erick R. Solís Tavizon

Desafortunadamente, el crecimiento de violencia en contra de las mujeres es cada vez más alto. Diariamente somos testigos al ver noticias en donde se narran conductas que atentan y violentan los derechos de las mujeres, las cifras confirman lo que sabíamos ya de tiempo atrás: México es un país violento para las mujeres.

En meses pasados, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica reporto que, al 31 de agosto del presente año, México había sido testigo de 626 feminicidios. (Reportados). También se precisa que dicho estudio arrojó una cifra verdaderamente preocupante ya que en lo que va del año se presentaron mil 906 homicidios dolosos (con intencionalidad) en donde la víctima es una mujer.

Dichos actos no son las únicas formas en que se manifiesta la violencia en contra las mujeres. Desde el año 2017, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), misma que realiza el INEGI, expuso que: Del universo de mujeres de 15 años y más que habían sido entrevistadas, el 49 por ciento había sido objeto de violencia emocional, el 29 por ciento había experimentado violencia económica o patrimonial o discriminación en el trabajo, el 41, habían sufrido de violencia sexual y el 34, violencia física.

La información evidencia una vez más que el Estado mexicano sigue en deuda con respecto a la implementación de acciones eficaces para inhibir dichas conductas. Hoy más que nunca es necesario el fortalecimiento de los mecanismos existentes de protección a la mujer.

Ahora bien, hablando de mujeres, de violencia y de política es de suma importancia mencionar que el próximo año será clave y podrá marcar un antes y un después en la lucha de la defensa de los derechos de las mujeres, lo anterior lo sostengo ya que gracias a la reforma político electoral de no tan reciente implementación, más de cien mil mujeres podrán levantar la mano y podrán participar en la elección más importante de la historia de nuestro país.

Esto no es lo preocupante; México ha sido semillero de grandes mujeres que no solo han levantado la mano para participar en cuestiones políticas, también hemos sido testigos de aquellas que han puesto el nombre de su país muy en alto en el ámbito empresarial, social, académico, deportivo y cultural. Lo preocupante son los números, y hablando específicamente de cuestiones políticas; en los comicios del 2018, la violencia en contra de participantes resulto en 17 asesinatos la mayoría sin esclarecer, y se reportaron 167 agresiones y la mayoría de las mismas se intentaron resolver con una disculpa.

En algunos casos, como el de aquí en Durango, el Tribunal estatal eximió al diputado local José Antonio Ochoa cuando se le denuncio por agredir a su compañera diputada Sandra Amaya Rosales al colocarle una caja de huevos y el mensaje “para que sostengas tu palabra”; mismo tribunal dejó al Congreso del Estado ser el órgano sancionador. O como el caso del estado de Puebla, donde trascendió a nivel nacional que el diputado Héctor Alonso Granados agredió a la también legisladora Nora Escamilla, cuando dijo: “Las mujeres deberían pensar antes de abrir las piernas”. Al ser denunciado, se obtuvieron medidas cautelares. De la denuncia, el Tribunal local de esta entidad, se declaró incompetente, por considerar que las expresiones no correspondían a la materia electoral. Se pueden exponer muchos ejemplos, pero el problema como casi todos los delitos en nuestro país es la impunidad.

La presente participación no solo es un medio de expresión libre, también es un llamado a la sociedad para que impulsemos y protejamos entre todos los derechos políticos, electorales y civiles de las mujeres. Es tiempo de las mujeres de trabajo, es tiempo de las mujeres líderes, es tiempo de las mujeres que litigan, de las que operan pacientes y de las que operan en las elecciones, es tiempo de las mujeres que mueven a la sociedad dentro de la función pública y de las empresas, es tiempo de la mujer que dirigen su hogar y a sus hijos. Es tiempo de las mujeres que mueven a este país.

Es tiempo de ustedes.

Erick R. Solís T

Twitter: @ErickSolisT