Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Los partidos políticos y los candidatos son actores fundamentales en el ciclo de las elecciones. Los candidatos que compiten por los cargos públicos están afiliados a partidos políticos, lo que define su ideología y posición en cuanto a las políticas públicas y los lleva a reflexionar acerca de una serie de asuntos con los que el electorado puede identificarse de acuerdo con la plataforma de ese partido, y a cómo se refleja en las promesas electorales de dicho candidato hacia la sociedad. ¿Quién será el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) o de la alianza Va por Durango a la gubernatura de Durango para el 2022? La respuesta de muchos es que les gustaría ver un candidato fresco, hombre o mujer, que no esté quemado dentro del mundillo político, que no esté ninguneado hasta el ridículo en las redes sociales. Dicen que siempre los mismos, que son las mismas caras. Pensando en lo anterior, la respuesta es simple, Javier, pues quién más. Javier Castrellón arrasó en las pasadas elecciones, la exitosa campaña que desarrolló lo hizo conectar perfectamente con la sociedad, quien ya lo ve como el político diferente, nuevo y fresco que necesita Durango. El diputado federal electo aceptó el reto de competir ante un escenario adverso, no lo pensó ni un instante, finalmente el exsecretario de Seguridad Pública es un hombre de retos. Comparado con las figuras que dentro de su partido e incluso de otros institutos políticos, la suya es una opción y una eventual candidatura fresca. Cuántas veces hemos visto en las boletas el nombre de muchos de los que dentro del PAN o del PRI ahora aspiran a la gubernatura. De regidor para arriba, los nombres que se mencionan, tienen años apareciendo una y otra vez en las boletas y los ciudadanos se preguntan…qué no hay más, o habrá alguno en quien podamos confiar. La respuesta es Javier, pues quién más. Castrellón Garza es de esos casos especiales de individuos que en poco tiempo desarrollan una gran capacidad de aprendizaje. Su historia es la historia del esfuerzo y aleja el mito de que para llegar a la alta política hay que tener 20 o 30 años ocupando cargos de elección popular. Sin duda está preparado para los retos que traiga dirigir los destinos de su estado. La fórmula del perfecto candidato es tan secreta como la de la Coca Cola. Actualmente, para cada puesto existen tantos “candidatos perfectos” como personas hay en el mundo. Sin embargo, el pueblo difícilmente se equivoca al momento de elegir. La sociedad no mantiene su silencio ni se queda callada, a pesar de que se levanten rumores ante unas y otras opciones. Nombres que van y vienen, pero lo interesante antes de una campaña electoral es dar a la gente la opción de conocer a quién pueden elegir, es lo que suele llamarse “precampaña”. Imponer a alguien a punta de dedo, de prisa y corriendo para evitar que se someta a la crítica de los que quieren saber qué ofrece el candidato, no parece ir acorde con el sentimiento democrático que deberían suponer unas elecciones. El pueblo merece conocer a la persona que tal vez lo represente y tener la confianza en que no todos los políticos son iguales. Cansados estamos los duranguenses de los mismos haciendo lo mismo, por eso cada vez que alguien se pregunta quién debería ser el candidato a gobernador para el 2022, cada vez toma más fuerza la respuesta: pues Javier, quién más.

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