Por: Gilberto Jiménez Carrillo

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo. Andrés Manuel López Obrador es un mexicano forjado en la lucha y el sacrificio personal por los ideales de alcanzar una verdadera justicia y bienestar para sus compatriotas, sobre todo para esa inmensa mayoría de mexicanos que sufren penurias, injusticias, pobreza extrema y abusos. La política tienta, es verdad, pero hay que saber si se está dispuesto a pagar el precio. Aprender qué la razón de Estado es un proceso duro que algunos nunca superan. Significa trabajar, luchar, transformar el país en algo mejor. Esas inteligencias que se denominan excepcionales no tienen siempre la suficiente inteligencia de comprender el problema social. Y cómo lo van a comprender si nunca lo han experimentado. Qué saben de lucha y sacrificio. Qué político en México ha experimentado y sufrido en carne propia las persecuciones, vejaciones, malos tratos, difamaciones y golpes bajos como López Obrador. Un hombre vale por dos o incluso por tres cuando combate defendiendo su hogar, su casa, su pueblo y su familia. Esos son los hombres que valen, me pregunto: Tú que has defendido Brozo, si desde tu disfraz de payaso tus opiniones no han servido para cambiar ni un ápice al país, si desde la comodidad de tu silla en los diferentes programas en los que has hecho y dicho payasadas, no has contribuido en absolutamente nada a que el país en el que vives sea mejor. Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, Brozo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de México, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra los poderosos; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Estos que ves, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides Brozo, lo mejor de México. No hay dos medios, no hay más que uno. Echar por tierra el edificio de un golpe, destruir donde quiera la autoridad a hachazos, para que el pueblo, a quien pertenece todo, pueda reconstruirlo por fin. Víctor Trujillo es de los que pisan a las personas y luego se escandalizan si el que han pisado se revuelve y les muerde. Pero que se podía esperar si tan solo es un individuo que se disfraza de payaso y eso no requiere ningún esfuerzo ni sacrificio. Al licenciado Andrés Manuel López Obrador nadie le ha regalado nunca nada. Nadie le ha puesto jamás las cosas fáciles, y ahora que tiene le enorme oportunidad de sentar las bases para en seis años dejarnos un mejor país,  no puede permitirse ni un solo error. Es tiempo de acabar con los que viven, prosperan, gozan a costa de robar la vida a los demás y eso jamás lo va a entender un individuo que se disfraza de payaso y no sabe de lucha y sacrificios en beneficio de su prójimo.