Por: Gilberto Jiménez Carrillo

El 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante, comandado por Agustín de Iturbide, realizó su entrada triunfal a la Ciudad de México. Esta fecha marcaría la culminación de la guerra de Independencia, consumada tras 11 años de intensa lucha. Este hecho fue casi olvidado por la historia.

Desde que el emperador Maximiliano de Habsburgo decidiera conmemorar el grito de Dolores en lugar de la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la ciudad de México, el cura Miguel Hidalgo obtuvo el papel protagónico como héroe de la patria y tras las fastuosas celebraciones porfirianas de 1910, el grito de Dolores quedó instaurado como fiesta nacional. Pero, en 1921 el Gobierno de Álvaro Obregón decidió celebrar la consumación de la Independencia.

El responsable de la Comisión Organizadora de los festejos del Centenario de la Consumación fue el canciller Alberto J. Pani. Se anunció en todos los periódicos el programa de los festejos. Entre otras actividades, la Secretaría de Comunicaciones inauguró la carretera México-Teotihuacán, abriendo por primera vez al publico, las pirámides del Sol y de la Luna.

Hace 11 años, en Durango se conformó un comité encargado de las celebraciones del bicentenario del inicio de la lucha por la Independencia y el centenario de la Revolución mexicana. Durante meses en que se degustaron kilos y kilos de galletas y litros y litros de café, se recibieron proyectos y buenas ideas, pero tristemente todo quedó en nada, si acaso se publicaron dos o tres libros, de esos que nadie lee.

De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el año 2021 será el Año de la Independencia y la Grandeza de México, por lo que se preparan festejos en los que participarán distintas dependencias del Gobierno.

El Presidente, por cierto, amante y conocedor de la historia nacional, anunció los festejos de tres hitos históricos: 700 años de la fundación de México Tenochtitlán, 500 años de la memoria histórica de Tenochtitlán y 200 años de la consumación de la Independencia. Por estos tres eventos, de febrero a septiembre se llevarán a cabo actividades culturales en todos los estados del país, incluyendo a más de 65 ciudades, a las que serán invitados pueblos y gobiernos del mundo.

Los detalles de estos eventos fueron dados a conocer por el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, encargado del comité de festejos. Ya estamos en febrero, en algunos estados ya se conformaron comités de festejos, y todo parece indicar que para las instituciones culturales de Durango, el acontecimiento histórico, al igual que hace 11 años, pasará de noche, pues nadie ha mostrado intereses en celebrar estos tres hechos históricos.

Regularmente se deja una huella para la posteridad como un monumento, un edificio, una gran avenida, un centro cultural, un congreso o convención relevante, algo, algo, por lo que deseamos las instituciones encargadas de fomentar la cultura y la historia, sepan sortear y emprender la efeméride como se merece, y no con ocurrencias absurdas.

Pero como seguramente estarán planeando actividades 15 para las 12, se sugiere publicar una interesante investigación que sobre la consumación de la Independencia en Durango realizó el licenciado Armando Victoria, descendiente del primer Presidente de México. Digo, por algo se empieza.