Recuperar empleo
Por: Emmanuel Salazar
El presidente Andrés Manuel López Obrador lanza la reapertura de actividad económica no tanto porque se haya logrado controlar el virus, sino porque la economía ha caído en un bache tan grande que si no nos morimos infectados perecemos de hambre.
En abril, de acuerdo a economistas diversos basados en los datos del IMSS, se perdieron en el país 555 mil 247 empleos formales, una baja que simplemente no tiene antecedente alguno desde que se registran ese tipo de datos.
Por supuesto, nuestro Durango no se podía quedar atrás y tan solo en ese mes se perdieron poco más de cuatro mil empleos, que aunados con los que se retrocedieron en marzo, casi sumarían cinco mil empleados asegurados eliminados. Aunque suene a cosa menor, para Durango perder esa cantidad de empleos formales es algo enorme, si tomamos en cuenta que en un buen año la entidad llega a acumular en 12 meses esa cantidad de asegurados. Pero, eso no es más que una simple proyección de lo que sucede a nivel nacional en donde si no nos mata el virus nos mata el hambre.
Por ello, la reanudación de las actividades económicas entra en un plano de urgencia, un tema de seguridad nacional, al grado que el Ejército Mexicano una vez más ha sido llamado oficialmente a asumir funciones de seguridad, lo cual se supone se habría de realizar con la Guardia Nacional, que es el Ejército pero disfrazado de civiles con funciones de seguridad.
El momento llama a que nuestros políticos actúen con grandes miras, más allá de un proceso electoral, que viviremos el próximo año, y a que busquemos el bien común.
La presunta cuarentena no fue en México y tampoco en Durango, porque simplemente nuestra economía quien no trabaja pues se muere, basta y sobra con pensar que poco más del 50 por ciento de la población duranguense tiene un empleo informal, aunque ello significa que estamos mejor que entidades del sur del país, en donde tranquilamente el 80 por ciento de su población se encuentra en la informalidad.
Hoy más que nunca se requiere apoyar a la micro y pequeña empresa, que la obra pública no se quede en los mismos de siempre, que se permita a los micro y pequeños tener también sus pequeñas obras, para así intentar disminuir los impactos que se viven. La poca industria maquiladora duranguense esta llamada a trabajar con todas las precauciones posibles y cuidar como nunca al trabajador.
Comentarios: @jemmanuelsr