Por: Emmanuel Salazar

El conflicto magisterial que vive Durango es quizás sólo una probada de lo que puede ocurrir en el estado en caso  que el Gobierno estatal no logre reunir los recursos necesarios para el cierre del año, por lo que no sería remoto un escenario de protestas.

La sección 44 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) logró que el pago de la rezonificación, que representó una erogación de 64.5 millones de pesos, se adelantara prácticamente seis días a la fecha que anunció el martes 29 de octubre el secretario de Educación, Rubén Calderón Luján.

El viernes 1 de noviembre los profesores bloquearon la sede de la Secretaria y para el lunes 4 acudieron a las oficinas de la Secretaria de Finanzas, por lo que generaron un conflicto vial en calles paralelas al bulevar Felipe Pescador.

Julio César Arce, subsecretario de Ingresos, informó en agosto que la entidad requiere para el cierre del año de unos tres mil millones de pesos, y señaló que esperaban un recurso de apoyo del Gobierno federal a través de una partida vinculada a la educación, sin embargo eso no ha ocurrido y estamos a poco menos de 50 días de navidad.

Mientras el tiempo corre, difícilmente se alcanza a  vislumbrar alguna salida a la falta de recursos económicos que se arrastra desde hace ya más de un sexenio, y que cada fin de año amenaza al estado como los jinetes del apocalipsis.

¿Cómo reinventar a un estado como Durango en el que la mayoría de la población dependemos, de una u otra forma, de la administración estatal?, es sin duda la pregunta que nos venimos planteando desde hace algún tiempo sin lograr encontrar una respuesta.

Durango debería estar negociando a nivel central que el Gobierno federal pudiera absorber el gasto educativo, que le representa una carga de tres mil millones de pesos, pero simultáneamente lograr que ese gasto pudiera ser liberado para emprender nuevamente un re lanzamiento de la entidad para intentar captar inversiones.

En el pasado, Durango recibió recursos importantes que no fueron empleados de la mejor forma, para nada, nos dedicamos a construir obras suntuarias que no le otorgaron ventaja competitiva a la entidad, pues la vía de cuota a Mazatlán la hizo el Gobierno federal.

Posiblemente en diciembre Durango habrá de pagar los platos rotos de años y años de ejecutar obra pública que sólo beneficio a unos cuantos y el resto quedamos marginados del desarrollo.