Por: Primitivo Ríos

El rechazo social al “prianismo” hoy es muy superior al de los primeros lustros del nuevo siglo. La información conocida a través de los medios de comunicación convencionales y en redes sociales respecto a la compra de votos en 2013 de legisladores federales del PRI, PAN y PRD, durante el “peñato”, para aprobar las llamadas reformas estructurales, principalmente la energética, ha confirmado que los neoliberales convirtieron al Gobierno federal en un comité de administración para cometer a través de la gran corrupción el mayor saqueo y despojo de la riqueza nacional como nunca había existido en la historia de México.

El modelo neoliberal es igual a corrupción, su exposición esencial; las formas en que ésta se materializa y encarna en la conducta humana, se vislumbra en la organiza social, económica, política y cultural que adoptan, y explica su verdadera existencia.

No hay forma posible de acabar con el modelo neoliberal si no se extermina su principal componente y expresión que es la corrupción y su práctica individual y colectiva, que es un acto inmoral que pone por delante el egoísmo y el enriquecimiento individual a toda costa. Imponen lo material sobre lo espiritual como forma de vida y medio para alcanzar la felicidad. Su letanía es el mercado y su verdadero dios el dinero.  En su legalidad, impunemente, al amparo del poder político se enriquecen unos cuantos privilegiados. Impera la maldad y la hipocresía. Son excluyentes y racistas.  Corrompen estructuralmente las relaciones humanas y atentan criminalmente contra la madre Tierra.

Los neoliberales son consecuentes con su ideario, son personajes visibles y actuantes.

En Durango han provocado mucho daño a la sociedad y mientras puedan, lo seguirán haciendo. Basta ver cómo gobiernan los panistas en el municipio capitalino: Desprecio al pueblo, corrupción, opacidad, impunidad, autoritarismo, nepotismo, ineficacia, clientelismo. Todos haciendo negocios sucios con recursos públicos.

Es legítimo que les guste el dinero, entonces que se vayan al sector privado, el servicio público es para servir al pueblo no para servirse de él. Un día sí y otro también se conoce de manejos turbios de recursos públicos donde están implicados funcionarios de la pasada y actual administración municipal.

El último escándalo de corrupción por dos mil millones de pesos sobre el alumbrado público involucra directamente al actual Alcalde y al anterior, José Ramón Enríquez. Un robo descarado al pueblo de Durango sobre el que exigiremos a las autoridades investigación transparente, castigo a los responsables y que devuelvan lo que se robaron.

El pueblo eliminará localmente al neoliberalismo y la corrupción con todos sus males, construyendo, innovando y reforzando en la comunidad, día a día, desde abajo, las formas de organización y participación social, política y económica, aplicando los principios de bienestar, democracia, justicia, austeridad y honestidad bajo los cuales el presidente Andrés Manuel López Obrador, dirige la construcción del Nuevo Modelo de País y la Nueva Economía en México.

En Durango vamos bien, abriendo el camino junto al pueblo para el disfrute del bienestar, la paz y felicidad que tanto anhelamos.

Twitter: @primitivo_rios