Por: Dionel Sena

Muchas son las especulaciones y los rumores, en torno a que priistas y panistas pudieran ir juntos en las elecciones del próximo año en Durango, lo cual, no sucederá, si antes no se ponen de acuerdo Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés, los cuales en este momento, andan en otras cosas, como la contingencia sanitaria, misma que no permite hacer política y negociaciones como se debería, aun así, la posibilidad como tal existe y Durango sería una de las entidades a considerar para semejante alianza o coalición, misma que de entrada, no le provocará ninguna gracia a los grupos radicales de ambos partidos, sin embargo, si la decisión se toma en las cúpulas nacionales, nada podrán hacer, pues el objetivo es restarle fuerza a la Cuarta Transformación (4T) en San Lázaro y eso lo buscarán lograr a como dé lugar.

Sin embargo, el primer problema enfrentarán estas buenas intenciones, es que además de la elección a diputados federales, también estarán en juego los 15 distritos electorales locales, en donde tanto Luis Enrique Benítez Ojeda, como Verónica Pérez, tendrán sus propios indicadores, para saber en qué zonas limítrofes son más fuertes que en otros, la radiografía de que pudieran partir, son los resultados de los últimos comicios locales, en donde tanto el PAN como el PRI, se repartieron la mayor parte del pastel de las 39 alcaldías en Durango, casualmente ambos terminaron haciendo una «alianza» para pulverizar lo que Morena había obtenido en el 2018, lo que seguramente pretenderán replicar el próximo año, la duda es si lo harán en alianza o de facto.

Es importante puntualizar que por más que ambos presidentes nacionales se pongan de acuerdo, a nivel local el escenario cambia en lo absoluto, pues Acción Nacional querrá llevar sus candidatos y el Revolucionario Institucional los suyos, además de que el problema que vayan en una elección juntos y en la otra no, es que los duranguenses difícilmente emitirán su sufragio de manera diferenciada, es decir, para diputados federales votar por la alianza y en la otra, lo hagan por alguno de los instituciones políticos mencionados, riesgos que será difícil que corran las dirigencias estatales, de ahí la necesidad de que vayan unidos en ambas elecciones, lo que como ya se mencionó, es complicado que ocurra por todo lo antes descrito.

Ni duda cabe que si llegarán a ir juntos, tanto el PRI como el PAN en Durango, serían la oferta electoral más fuerte en el 2021, lo que representaría un escenario electoral de enormes retos para el resto de los partidos en lo local, pues en apariencia, solo les quedaría buscar las representaciones proporcionales, salvo claro, que la inercia nacional termine favoreciendolos, aunque no está demás decir que será difícil replicar lo del 2018, cuando el hoy Presidente de la República Iba en las boletas, una incógnita a la que aún le falta tiempo para que sea despejada, lo que sí, es que será mucho lo que estará en juego y en una nada, «el agua y el aceite terminan yendo juntos». ¿Será?

Twitter: @dionelsena