Por: Dionel Sena

Luego de la elección más cantada de la historia de cualquier partido político en México, el PRI ya prepara lo que será la gestión del campechano Alejandro Moreno Cárdenas, el cual por cierto ya tomó protesta como dirigente nacional, lo que pasó inadvertido para la mayor parte del país, sin embargo, eso no quita que en la mayor parte de las entidades vaya a haber algunos cambios y Durango no tiene por qué ser la excepción, aunque para quienes piensen que una de esas remociones será la de Luis Enrique Benítez Ojeda, más vale que se vayan olvidando de esas ilusiones, pues el hábil tribuno concluye su periodo hasta agosto del 2021, y al parecer no tiene la menor intensión de adelantar su partida sino todo lo contrario, pues hasta donde ha trascendido, se sabe que tiene una excelente relación con “Alito”, aunque el resto de las dirigencias municipales pudieran no correr con la misma suerte, incluida la capital.

Una de las decisiones más importantes que tendrá el Revolucionario Institucional en los próximos días será nombrar al dirigente municipal en Durango, lo cual no es un tema menor, pues no es ningún secreto lo mal que le ha ido al tricolor en las últimas elecciones en la capital del estado, tal es así, que han perdido tres elecciones consecutivas en esta ciudad, racha que arrancó desde el año 2016, fecha en la cual, fueron aplastados llevando a Manuel el “Meño” Herrera en las boletas; los mismos resultados se replicaron en el 2018, durante la elección al Senado y en la que también estuvieron en juego las diputaciones federales, de las cuales no pudo ganar ninguna, y apenas en este 2019 pasó exactamente lo mismo con una participación de Arturo Yáñez Cuéllar, que sólo recrudeció la realidad que vive ese partido y, el futuro no será nada alentador si se comete el error de nombrar en ese puesto a alguien por compadrazgo, conveniencia o por dedazo.

La importancia de quien quede al frente del Comité Directivo Municipal en la capital es más importante de lo que parece, pues es este municipio en en el que se empezó a escribir la historia en el 2016, cuando miles de duranguenses salieron a las urnas a votar en contra del PRI, y de paso también escribieron la historia de lo que pasaría en la elección a gobernador, lo que representó la llegada de la alternancia a Durango, de ahí lo delicado que será  a quién van a poner en una posición tan estratégica y que todo parece indicar que quien llegue lo hará desde cero, pues no pareciera haber bases firmes para darle continuidad a algún proyecto, es decir, se tendrá que construir una estructura desde sus cimientos, para llegar lo más fortalecidos posibles en el 2021 y ni qué decir del 2022, caso contrario se repetirá lo de años pasados, en los que al menos en esta capital el tricolor tuvo una participación netamente testimonial.

Varios son los nombres que se mencionan para tan importante responsabilidad, sin embargo el que más suena es sin duda el de Arturo Yáñez Cuéllar y no tanto por los méritos que como político haya hecho en los últimos años, sino más bien por la relación de amistad que guarda con el hoy dirigente nacional del PRI, quien todo indica solicitará ese puesto para su “compadre”, aun con todos los riesgos que ello conlleve, por lo que será clave lo que al respecto diga el todavía delegado nacional en Durango, Roberto Padilla Márquez, quien junto a Luis Enrique Benítez Ojeda son los que mejor pudieran entender la realidad que vive ese instituto político en este municipio y lo delicado que sería equivocarse con un nombramiento tan a la ligera en tan importante cargo, mismo que pudiera terminar dilapidando lo poco que le queda al Revolucionario Institucional en el municipio con la mayor cantidad de votantes de todo el estado, y que por ello es estratégico tener una buena base de votantes para las elecciones venideras, por lo que “Alito” no se puede permitir errores en semejante decisión.

Twitter: @dionelsena