Por: Dionel Sena

Esta semana, el gobernador José Aispuro Torres fue claro al asegurar que ni él ni su Gobierno, tenían un «gallo» definido rumbo a su sucesión el próximo año, lo que es cierto, pues hasta ahora, el jefe político estatal no ha dado señales de por donde pudiera venir el «delfín» que termine abanderando la causa panista y por consiguiente, también la priista y la del PRD, pues está claro que una vez más los tres irán juntos en el 2022, y además, que la unción la dará quien despacha en el Centro de Convenciones Bicentenario, lo que seguramente saben todos los tiradores que hasta ahora andan movidos con su aspiración, en especial quienes pudieran ser la propuesta en un momento dado de Acción Nacional.

Se debe recordar que hasta ahora los «naturales» por esa ruta son Jorge Salum del Palacio, actual alcalde de la capital, mismo que no ha tenido empacho en reconocer dicha aspiración al gobernar el municipio más importante de la entidad; también está Héctor Flores Ávalos, quien en la actualidad, se desempeña como secretario general de Gobierno y al ser el responsable de la gobernabilidad al interior del estado, eso lo hace un cuadro natural para la sucesión, lo que no es ningún secreto; de igual manera hay que anotar en la lista a los flamantes diputados federales electos Carlos Maturino Manzanera y Javier Castrellón Garza, mismos que por el roce que pudieran llegar a tener en San Lázaro, bien podrían construir una ruta rumbo al 2022, lo que ya se maneja en los corrillos de Durango.

A la lista también habría que añadir a Jaime Rivas Loaiza, el actual titular de la Secretaría del Bienestar en Durango, un hombre de todas las confianzas de quien en este momento gobierna la entidad y un cuadro que es de los pocos que son bien vistos en la mayoría de los círculos políticos del estado, no por nada tiene buenas relaciones tanto en Acción Nacional como en el PRI, pero incluso, también lo ven bien en institutos políticos que están en contra del proyecto panista, de ahí el que haya surgido su nombre con fuerza para subirse a la carrera y esperando a enero que se tomen las decisiones de quien será el ungido, pues se debe recordar que en noviembre arranca el proceso electoral, pero a inicios de año, ya se debe tener abanderado, de ahí el que cada uno esté haciendo su luchita a buen tiempo de distancia.

Es innegable que la carrera entre panistas, neopanistas y aspuristas va con todo, pues saben que esa sería la candidatura fuerte del 2022 debido a que la propuesta sería del jefe político estatal, de ahí el que necesiten un partido fuerte para que en la mesa de negociaciones con el PRI puedan llevar mano, por lo que Verónica Pérez deberá ponerse las pilas en lo que le toca hacer, pues después de la elección casi no se le ha visto y no es ningún secreto que en varios círculos blanquiazules no es bien vista, al grado de que quieren tumbarla de la dirigencia estatal para que se quede solo con la diputación plurinominal, aunque también ha trascendido que quiere ser la coordinadora de ese grupo parlamentario, lo que se ve casi casi imposible por los resultados entregados hasta ahora.

Se vale soñar…

Twitter: @dionelsena