Por: Dionel Sena

No parecía haber mayor problema para que los diputados locales se pusieran de acuerdo en torno a la necesidad y urgencia de aprobar sanciones más severas contra aquellos hombres y mujeres que agreden física o verbalmente a personal médico en Durango, bajo el argumento de que pudieran contagiarlos de Coronavirus, un tema que ya tenía días en el tintero y que este martes, finalmente se le dio forma, por lo que ahora quien siquiera piense en agredir física o verbalmente a enfermeras, paramédicos o personal de salud, la tendrá que pensar dos veces, pues las penas por un delito así pudieran alcanzar los 10 años de prisión o incluso, pagos por concepto de multas de hasta 60 mil pesos. No les quedaba de otra a los legisladores más que mandar un mensaje contundente de que en la entidad ya no se van a permitir este tipo de agresiones, sin que los responsables paguen por ello.

Desde que inició la primera fase de la pandemia en México, varios fueron los casos que pudieron documentarse de enfermeras o médicos que eran objeto de agresiones por parte de inadaptados en distintos estados del país, que lo mismo los golpeaban o les lanzaban líquidos tanto en la calle como en el transporte público, lo que poco a poco se fue haciendo algo habitual, sin embargo, en Durango a partir del primer caso registrado, tenemos entendido que en el poder legislativo se empezó a tratar el tema y fue Esteban Villegas a nombre del grupo parlamentario del PRI quien lo subió a tribuna, el objetivo, darle «dientes» a las autoridades locales para sancionar de manera ejemplar este tipo de agresiones, en contra de quienes en este momento están viendo por los infectados del COVID-19, lo cual deberá darles certidumbre para desempeñar de mejor manera su trabajo, al menos en paz, aunque tampoco ello sería una garantía de que las agresiones ya no se cometan.

Lo que se hizo fue modificar el Código Penal Estatal, con lo cual quedó establecido ya como delito calificado, el homicidio o las lesiones que pudiera sufrir algún trabajador o trabajadora del sector salud, por el solo hecho de desempeñar su profesión, además todo insulto verbal serán calificados como actos discriminatorios, por lo que quienes los infrinjan pudieran alcanzar penas que van desde un año hasta tras años de prisión, lo cual seguramente no será tan sencillo de probar, pues lo más probable es que vaya a ser la palabra de la víctima contra la del agresor, por lo que testigos de la agresión, serán claves pare a que las autoridades correspondientes actúen en consecuencia y esos hechos no queden impunes.

Lo importante de todo lo anterior, es que ahora la agresión en contra de personal médico ya tendrá repercusiones severas, no por nada, todos los grupos parlamentarios y por ende sus diputados, estuvieron de acuerdo en imponer sanciones más altas por este tipo de agresiones, mismas que han sido repudiadas por la sociedad, en momentos en donde médicos y enfermeras, se han convertido en nuestro último frente de batalla, para hacerle frente a una pandemia que marcará un antes y un después en la historia de nuestro país y por consiguiente también en nuestro estado, de ahí la imperiosa necesidad de defender al menos con leyes a quienes cuidan a los que por distintos motivos terminan contrayendo el Coronavirus, muchos de los cuales, dependerán de la atención médica que reciban, de ahí la coherencia de hacerle dichas modificaciones al Código Penal local, que sin duda, marcará un antes y un después en la historia médica de Durango.

Twitter: @dionelsena