Por: Dionel Sena

Parecería solo cuestión de tiempo, para que en México empiecen a tomarse medidas mucho más extremas conforme va avanzando la pandemia provocada por el COVID-19, un Coronavirus que ha puesto en jaque a todo el mundo y que nuestro país no tendría por qué ser la excepción, es quizá por ello que en varios estados, ya se están adoptando acciones tan drásticas como la Ley Seca que en Nuevo León, misma que ya provocó compras de pánico, sin obviar el cierre de empresas no esenciales, lo cual ya se replicó en la mayor parte de las entidades y Durango, es una de ellas, lo que confirmó este jueves el propio gobernador José Aispuro Torres.

En esa misma declaración ante la opinión pública, el Ejecutivo estatal detalló que a partir de esta determinación, en todo el estado deberían cerrar -hasta nuevo aviso- todas aquellas empresas con excepción de hospitales, farmacias, gasolineras, bancos, mercados, establecimientos en donde se prepara comida y súper mercados, noticia que ya se esperaba, pues es imposible que Durango se mantenga al margen de las disposiciones que se tomen en el orden federal, en donde desde hace unos días, se tomó la decisión de emitir una emergencia sanitaria.

Lo anterior, solo confirma que el país estaría a unos días de entrar a un estado de excepción o un toque de queda, es decir, una etapa en que las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, podrán tomar decisiones para restringir el libre tránsito de las personas, en la idea claro, de evitar que la propagación del COVID-19 termine colapsando el sistema sanitario de cualquiera entidad y municipio, lo que ya han vivido en otras partes del mundo y los resultados han sido absolutamente catastróficos, por lo que por mucho que el presidente Andrés Manuel López Obrador siga diciendo que esto es solo una «gripita», en los hechos, parece inevitable que termine haciéndose lo mismo que en España o Italia.

Se sabe de antemano que hay gobernadores que están tomando medidas mucho más drásticas que otros, para tratar de tener un mejor control sanitario en sus entidades, ahí está el caso de Yucatán y Baja California Sur, en donde ya se sanciona con cárcel o de forma económica a todas aquellas personas a las que se les compruebe que después de haber dado positivo en coronavirus, aun así sigan realizando sus actividades como si nada, algo inconcebible pero que en definitiva está ocurriendo no solo en México sino también en otras partes del mundo.

En Durango no se ha llegado a ese extremo, sin embargo, no extrañaría que en el corto plazo, un toque de queda o una Ley seca pudieran llegar a ser alternativas, pues en definitiva la venta de alcohol en cualquiera de sus modalidades no es una actividad económica esencial, por más demanda que esta pudiera llegar a tener.

Twitter: @dionelsena