Por: Dionel Sena

Una verdadera «bomba» de tiempo es la que tiene en sus manos el rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), Rubén Solís, pues aparentemente bajo la complacencia tanto de la Secretaría de Educación (SEED) como de la Secretaría de Salud (SSD), ha permitido que una universidad privada esté ofertando la carrera de medicina, aún y cuando no ha cumplido con todos los requisitos que por Ley, se piden por parte de esas instancias de Gobierno antes de hacerla del conocimiento público, lo que es más grave de lo que parece, pues además de las irregularidades y omisiones en las que se está incurriendo, al mismo tiempo engañan a los alumnos y a sus padres de que sus títulos tienen validez, lo que es absolutamente falso, de ahí la delicadeza del caso que se expone.

Lo anterior se desprende de una duda que surgió por parte de padres de familia que cuestionaron la legitimidad de esa carrera, para lo cual nos dimos a la tarea de investigar y resulta que para que una Universidad privada pueda ofertar la carrera de medicina, nutrición u odontología, primero debe contar con la certificación de un organismo llamado Comisión Institucional del Estado para la Formación de Recursos Humanos en Salud, cuyo consejo debe evaluar y emitir una Opinión Técnica Académica Favorable, solo así se sabrá si la institución solicitante cumple con todos los requerimientos para ofertar una carrera semejante, lo que por ejemplo, está omitiendo la Universidad Vizcaya de las Américas, la que por razones que no se entienden, está ofertando la carrera de medicina sin el aval de la comisión referida y ante la pasmosa indiferencia de las Secretarías de Salud y de Educación, mismas que o tienen conocimiento pleno de lo que está pasando o de plano, se las están brincando con esa oferta educativa, lo que resultaría inadmisible en estos tiempos.

Es importante precisar que dicha universidad pudiera llegar a argumentar que están haciendo uso de un mecanismo de incorporación que les está expidiendo la Universidad Juárez del Estado de Durango, sin embargo, están omitiendo la certificación de la comisión referida, la cual no pueden pasarse por alto y obligatoriamente debe ser sometida ante ese consejo, lo que es una normativa educativa de carácter nacional y de ahí, el que quizá a la Universidad Vizcaya de las Américas, le hayan negado el permiso para ofertar la carrera de medicina en otras ciudades del país, como es el caso de Chihuahua y Ciudad Juárez en donde sí hicieron respetar el reglamento, lo que no se entiende, es porque aquí no y la manera en que se ha manejado todo en lo oscurito y con mucha opacidad.

Hasta ahora ha trascendido que de igual manera se oponen a la apertura de esa carrera el director de la Escuela de Medicina de la máxima casa de estudios, el sindicato de trabajadores y quienes integran la Comisión Institucional del Estado para la Formación de Recursos Humanos en Salud, sin obviar que la principal problemática que van a enfrentar los egresados de la Universidad Vizcaya, es que sus títulos no serán válidos ante prácticamente ninguna instancia, pues de entrada, no tendrán derecho a los campos clínicos que es en donde los estudiantes de medicina hacen sus prácticas y la ausencia de ese documento, hará que no puedan ejercer profesionalmente, lo que significa un engaño para los padres de familia y para los alumnos en sí, de ahí el que no se entienda la postura tanto de la Secretaría de Educación como de Salud, salvo que – como algunos sugieren – detrás de todo esto se esté dando tráfico de influencias, lo que debe aclararse con la prontitud debida.

Twitter: @dionelsena