Por: Dionel Sena

A finales de la semana anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una radiografía del estado que guardan cada una de las entidades federativas, en lo que a la inseguridad se refiere y, en concreto, relacionado al rubro de los homicidios, en donde Guanajuato, Chihuahua y Jalisco, aparecen como las zonas de mayor conflicto, mientras que Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Durango, Guerrero y Nayarit, son las más seguras del país en ese apartado, al menos así lo reveló la última entrega del Índice de Homicidios en México correspondiente a la semana final de enero, lo que hizo público el mismísimo titular del Ejecutivo federal.

Otros estados que de igual forma están pasando por una compleja situación en materia de inseguridad, pero que no están dentro de las tres entidades más conflictivas, son el Estado de México, Ciudad de México, Baja California y Michoacán, las cuales llevan sexenios estando en los primeros lugares de esta cruenta clasificación, sin embargo, dicha realidad se ha agudizado desde que inició esta administración federal, la cual si bien es cierto, no es culpable de lo que detonó la inseguridad en esas zonas limítrofes, sí es responsable de la estrategia de seguridad, misma que no termina de convencer del todo, máxime después de los casi 35 mil muertos contabilizados en el 2019, lo que no es ningún secreto, por más que se diga lo contrario o se trate de negar.

El hecho de que Durango esté dentro de los estados que en este rubro pudiera presumirse seguro, no es algo nuevo o que se haya descubierto apenas por parte de las autoridades federales, pues en honor a la verdad, desde el 2016, año en el que inició la gestión de José Aispuro Torres, esta entidad se ha mantenido segura en cuanto a delitos de alto impacto se refiere, que si bien es cierto, aún se está trabajando para abatir los delitos de alto impacto, en el primer apartado, pocas administraciones pudiera igualar lo que Durango está haciendo en esa materia, no por nada el propio Presidente hizo un reconocimiento público en ese sentido al igual que las otras entidades federativas que están haciendo bien las cosas.

Algo que se puede detectar a bote pronto sobre la nueva estrategia de la 4T, es decir, de hacer pública la radiografía que vive el país en materia de seguridad semana a semana, también le puede ofrecer a Andrés Manuel López Obrador una buena forma de despresurizar la estrategia de seguridad y descargarla -de alguna manera- en los gobernadores que en este momento, son los responsables de lo que pasa en sus entidades federativas, lo cual no pareciera ser una mala idea, quizá a sabiendas de que este rubro junto a la falta de crecimiento económico, son los dos grandes pendientes de esta administración, y al menos en uno de ellos -el primero-, parece que ya encontraron la forma de repartir culpas, ya se vera si la estrategia les funciona o no, pues no hay que olvidar que, el proceso electoral del 2021 inicia en septiembre de este año y la percepción que se quisiera dar, en un rubro tan delicado, es absolutamente contraria a la que tienen millones de mexicanos.

Twitter: @dionelsena