Por: Dionel Sena

Justo un día después de que se celebraron las elecciones del domingo 6 de junio, inició de manera automática la carrera por la sucesión gubernamental, por lo que actores políticos de las distintas fuerzas electorales empezaron cada quien por su lado a moverse y generar el mayor ruido posible, en la idea de mandar el mensaje claro de que serán aspirantes naturales para enfundarse en la candidatura por el Bicentenario, de ahí el que se desprenda la gran interrogante de a quien terminará postulando la alianza PAN-PRI, la cual reviste un especial interés, partiendo de que fue justamente esa dupla partidista la que más sufragios obtuvo en los comicios referidos, con un total de 248 mil, si se suman los 12 mil que le aportó su también aliado, el PRD.

Sin embargo, saben que a quien nombren su abanderado no tendrá un camino fácil, pues si bien obtuvieron el mayor número de votos en la pasada elección, es innegable que si Morena y el PT terminan uniendo al Partido Verde en una posible coalición opositora, entonces solo ocho mil sufragios separarían a una coalición de la otra, claro si se toma en cuenta lo que sacó cada instituto político en la contienda referida, por lo que sería un choque de trenes en el que difícilmente habría un tercero en discordia, pues se duda mucho que algún partido se aventure a ser una tercera vía ante una jornada electoral que se antoja polarizada de principio a fin, aunque aún cabe la posibilidad de que quien no se vea ungido con la candidatura busque su propio camino.

Aunque personajes como Jorge Salum, Esteban Villegas, Héctor Flores Ávalos, Luis Enrique Benítez Ojeda, Carlos Maturino, Ricardo Pacheco Rodríguez y Javier Castrellón serían de los naturales del PAN y del PRI para buscar ese abanderamiento en el 2022, están supeditados a distintos factores, primero esperar saber a qué partido le tocará poner al candidato según los acuerdos nacionales, algo en lo que tendrán que tejer fino tanto Marko Cortés como Alejandro Moreno Cárdenas, pues está claro que no se pueden equivocar en la designación, pues como ya se explicó, no será una elección tersa, sino todo lo contrario y el ungido deberá reunir condiciones de competitividad, nivel de conocimiento y de absoluto respeto a los acuerdos que se tomen.

No está demás decir que aunque este sexenio está a punto de iniciar su último año de gestión, es innegable que la opinión del jefe político estatal tendrá un peso específico en la toma decisiones, pues al final será José Aispuro Torres uno de los principales bastiones electorales de esa hipotética coalición y está claro que su nivel de popularidad y aceptación entre la ciudadanía sigue siendo alto, de ahí el que su opinión sea tomada en cuenta llegado el momento y que los resultados estén muy relacionados con la calificación que le den los duranguenses a su administración, algo que querrán aprovechar los candidatos de esa coalición Va Por Durango que lo más seguro, es que viva una segunda edición, con resultados que serían difíciles de vaticinar en este momento.

Twitter: @dionelsena