Por: Dionel Sena

Esta semana, pocos se percataron de que en el Congreso del Estado se nombró al nuevo Consejero de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Durango, responsabilidad que recayó en Luis Celis Porras, propuesta que dicho sea de paso, fue del grupo parlamentario de Morena y que se “planchó” después de un cabildeo que debió involucrar al resto de las fuerzas políticas representadas en el poder legislativo, de otra manera, no se entendería cómo obtuvo el consenso de la mayoría, lo cual incluso se pudo ver reflejado en las redes sociales, pues el nuevo “inquilino” del poder judicial en el estado tiene -todo indica- una trayectoria intachable y a prueba de “balas”, por lo que a partir de este 20 de noviembre y hasta el 22 de octubre del 2023, estará en ese cargo en lugar de Héctor Manuel Silva Delfín, mismo que tuvo que renunciar después de haber sido nombrado Magistrado, por lo que su periodo lo habrá de concluir el multicitado Celis Porras.

Se debe precisar que después de la propuesta que presentó el coordinador del grupo parlamentario de Morena, Pablo César Aguilar, se analizó el perfil del ahora consejero, mismo que al cumplir con todos los requisitos que el cargo requiere, en cuanto a lo legal, constitucional y experiencia, contó de inmediato con la aceptación de quienes integran la Junta de Coordinación Política, mismos que ponderaron mucho su trayectoria, pues fue secretario del Pleno del Tribunal Superior de Justicia y Procurador General de Justicia en el Estado a principios de la década pasada, no por nada, su propuesta se aprobó por unanimidad ante el Pleno del Congreso del Estado, lo que habla de que hay acuerdos al interior de dicho órgano de gobierno legislativo y desde luego con el resto de los diputados que se están respetando, más allá de distingos partidistas o quién esté al frente de la JUCOPO.

Un Consejo de la Judicatura del Poder Judicial no es otra cosa que un órgano desconcentrado del Tribunal Superior de Justicia, responsable de la administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial del Estado, sin obviar que tiene una participación importante en el servicio civil de carrera que es la profesionalización de dicho poder, es decir, no se trata de una función menor sino todo lo contrario, de ahí la importancia con la que se “planchó” dicha propuesta antes incluso, de ser subida ante el Pleno, instancia en la que ya contaba con el consenso de todos, por lo que la votación resultó casi casi automática y además con una gran aceptación ciudadana para quienes conocen a Celis Porras, que por lo que se ve, ha dejado huella positiva en los cargos por los que ha pasado antes.

Más allá de la relevancia del cargo y la aprobación del mismo, queda claro que en el poder legislativo de Durango se pueden poner de acuerdo en muchas cosas, pues hay consensos y acuerdos que, hasta el momento se han respetado, lo que puede llevar a esta legislatura a transitar sin contratiempos lo que le resta a la misma, pues por ahí pasarán cuestiones muy importantes y relevantes en las próximas semanas y meses para los duranguenses, por ejemplo, las aprobaciones de las cuentas públicas, la solicitud de créditos de estado y municipios, en caso de ser necesario y si el Presupuesto de Egresos de la Federación no es el esperado, incluso, los 25 diputados decidirán el futuro del próximo gobernador del estado, es decir, si estará en el cargo por dos, cinco o seis años, un tema que se antoja requiera de un cabildeo mayor por todo lo que ello implica, sin embargo, hasta ahora, los coordinadores de las distintas fuerzas políticas han demostrado que pueden ponerse de acuerdo y eso sin duda, es un buen augurio para quienes les dieron la confianza de ocupar una curul, pues está claro que -hasta ahora-, no se están anteponiendo los intereses partidistas por encima de la propia agenda legislativa, lo cual no deja de ser positivo y hasta esperanzador.

Twitter: @dionelsena