Por: Dionel Sena

Una de las grandes sorpresas de la jornada electoral del pasado 2 de junio, fue por mucho la que entregó el Partido Revolucionario Institucional, el cual no sólo logró ganar 16 alcaldías -entre ellas Lerdo- sino que también se posicionó como la segunda fuerza política en toda la entidad, algo que no muchos habrían vaticinado, pues fueron varios los priistas que se vieron sorprendidos con la gesta electoral alcanzada, misma que si bien ofrece lecturas multifactoriales, no deja de ser un gran mérito del dirigente estatal, Luis Enrique Benítez Ojeda, y del delegado nacional, Roberto Padilla Márquez, mismos que desde la selección de los candidatos fueron objeto del escarnio tricolor en varios municipios. 

Lo antes expuesto pone al PRI en una posición inmejorable para los años venideros, al grado que muchos de quienes abandonaron sus filas para irse a apoyar otros proyectos electorales ya están pesando seriamente en regresar, El problemas para ellos y ellas, es si realmente los aceptarán de vuelta, pues ya el Presidente estatal adelantó que habría una limpia en el partido, pues es importante saber en estos momentos con quién se cuenta para los proyectos futuros, lo que avisora un “linchamientos” de quienes públicamente pudieran ser exhibidos como traidores del partido, cuestión que dependerá única y exclusivamente de las comisiones conducentes de ese instituto político, que por lo que se ve, tendrán mucho trabajo en las semanas siguientes, pues son varios hombres y mujeres que están en cartera.

A partir de lo anterior es casi un hecho que resurgieran aquellos que en su momento sentían tener los merecimientos para la sucesión del 2022, sin embargo, por los resultados antes expuestos, quizá a esa lista haya que agregar a algunos más, pues al parecer las lealtades sí se premian en ese partido y hubo quienes en definitiva, ni siquiera apoyaron en estas elecciones, por más que a partir de los resultados expuestos traten de posicionar que sí lo hicieron; además que no se debe soslayar el hecho que primero está el 2021, año en el que la guerra por las diputaciones locales y federales estará a la orden del día y habrá muchos heridos en el camino.

Ni duda cabe que el haber ganado 16 municipios pone al priismo duranguense en la esfera nacional, pues fue el único estado de los seis que tuvieron comicios en donde se rindieron buenas cuentas, con victorias en Lerdo, Pueblo Nuevo, Mezquital, Cuencamé, Tamazula, Mapimí, Tlahualilo, San Juan del Río, Pánuco de Coronado, Tepehuanes, Peñón Blanco, Guanaceví, Ocampo, Santa Clara, San Juan de Guadalupe e Indé; nada mal para un partido que no hace mucho lucía en terapia intensiva y en vías de la extinción, hoy el escenario es absolutamente opuesto, por lo que al convertirse en la segunda fuerza del nuevo mapa electoral en Durango, es un serio contendiente tanto para el 2021 como para el 2022.

Será interesante saber cómo queda reestructurado el partido en los próximos meses, pues ya el tiempo le ganó a Claudia Ruiz Massieu y compañía para entregar la estafeta del Comité Ejecutivo Nacional, mismo que de lo poco que puede presumir, luego de las elecciones que se celebraron en seis entidades federativas, fue lo que entregó el priismo de Durango, el cual seguramente que se tratará con especial tacto en la metamorfosis que está apunto de vivir el tricolor en el país, pues queda claro que hay quienes desde hace mucho se fueron y muchos otros que ya no deberían estar ahí… habrá que esperar.

Twitter: @dionelsena