Por: Dionel Sena

La debacle tricolor del 2016 a la fecha en el municipio de Durango, ha sido cada vez mayor, pues elecciones van y vienen, y el número de simpatizantes -que se puede medir perfectamente en las votaciones- ha venido a la baja cada vez más, pues de aquella votación histórica del Meño Herrera que sacó más de cien mil votos y aun así perdió aquella elección, ese capital político se ha pulverizado en los últimos años a unos 20 mil votos aproximadamente que fue lo que sacó ese instituto político el año pasado, es justo por ello que, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) deberá elegir bien a quien será su abanderado o abanderada el próximo año, pues esa será la punta de lanza para saber sus alcances con miras al 2022, cuando se librará la madre de todas las batallas, por todo lo que estará en juego entre alcaldías y la sucesión de la gubernatura, de ahí la necesidad de sacar al menos 50 mil sufragios en los comicios referidos.

A partir de la reflexión anterior, es impostergable analizar algunos de los cuadros que en un momento dado, el PRI pudiera llegar a considerar como naturales para la elección más importante del 2021, tal es el caso de Martín Vivanco, el cual ya participó en el 2018 e hizo un papel muy digno, más allá de que ni alcanzó a cumplir con ese objetivo; Esteban Villegas, hoy Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, sería uno de los más perfilados para una candidatura semejante, si se toma en cuenta que sus aspiraciones están muy cantadas para el 2022, es decir, sería un distrito que se puede trabajar enormemente y que más allá del resultado, la realidad es que la proyección estaría más basada en lo que se pueda recuperar de lo mucho que se ha perdido, aunque claro, los planes del nacido en San Juan del Río pudieran ser otros, pues hay quienes piensan que no debería arriesgar su capital político si su objetivo principal, está más encaminado en la sucesión gubernamental, de ahí la importancia de esperar sobre lo que decida.

Otro de los que de igual manera pudiera llegar a levantar la mano, es el profesor Oscar García Barrón, de quien también se sabe tiene grandes aspiraciones y que se sobreentiende que para levantar la mano para el 2022, primero deberá hacer un papel digno en el 2021, ha trascendido que se anda moviendo para tener participación el próximo año, ya se verá si ese distrito es para él o se busca a alguien más; otra de las naturales para esa aspiración es Aly Gamboa, la cual ha podido generar a lo largo de los últimos años, una estructura basada en el OMNPRI y que incluso, ya le permitió ganar ese distrito no hace mucho, lo cual pudiera llevarla a reconsiderar esa posibilidad, además de que es bien sabido en sus círculos más cercanos que, a ella le gustaría pasar más tiempo con su familia que volver a sacrificar otros tres años en la Ciudad de México ocupando una curul en la cámara baja, un tema que no es menor.

A la lista también hay que agregar a personajes como un Jorge Clemente Mojica Vargas, el cual anda muy movido con su Consejo Estatal Ciudadano, mismo que le pudiera permitir llegar hasta las últimas instancias o bien, figurar en una terna final; asimismo hay que apuntar a un Gabriel Arce, Paty Herrera, Héctor Arreola, Alfonso Diez Rubio, Mayte Vivó y Daniela Soto, quienes a pesar de que no han levantado la mano para dicha aspiración, no dejan de ser naturales para la encomienda.

Se debe aclarar que el PRI deberá valorar también la competencia que pudiera enfrentar en las urnas, pues no extrañaría que en la boleta también vayan nombres como el de Carlos Maturino por el PAN; Juan Quiñonez por Movimiento Ciudadano, Rigoberto Quiñones o Primitivo Ríos por el Partido del Trabajo; Sandra Amaya por Morena, Hugo Rosales Badillo por Redes Sociales Progresistas o el nuevo partido de Pedro Haces o Verónica Fragoso por el partido Verde, por mencionar algunos. Habrá que esperar más definiciones, pero queda claro que no será una elección sencilla.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena