Por: Dionel Sena

La decisión adoptada por Marko Cortés de bajar a Minka Hernández de la candidatura por el 5o Distrito local apenas empieza a ver sus primeras reacciones, pues es evidente que al grupo de Jorge Salum del Palacio no le gustó en lo más mínimo dicha remoción, misma que llevó a Patricia Jiménez a relevar a la joven panista con argumentos que hasta el momento no han resultado del todo convincentes, por lo que no hay que ser un genio para saber que si una parte de Acción Nacional no está unida, costará el doble de trabajo sacar esa elección, más allá de que el distrito que está en juego es un bastión del blanquiazul en Durango, lo que pudiera provocar que la oposición lance a un verdadero peso completo buscando hacer la travesura en las urnas.

Todo parecía indicar que desde aquí iba todo planchado para que en México, Marko Cortés y compañía sólo palomeran lo que acá se aprobó, sin embargo y contrario a ello, se decidió hacer este cambio que indudablemente marcó agenda en Durango, pues se trataba de la única posición del Alcalde en la elección venidera y no se la respetaron, por lo que el mensaje del mandamás nacional es claro en el sentido de que ese grupo político no le merece el menor respeto, lo que puede traer como consecuencia una campaña y una elección de brazos caídos al menos en ese distrito, lo que conllevaría enormes riesgos para esa marca, aunque en honor a la verdad, todo eso lo provocó el presidente nacional al hacer un cambio con absoluto desconocimiento de lo que pasa en este estado.

Hasta donde había trascendido, Minka Hernández reunía todos los elementos para ser una abanderada interesante de Acción Nacional en los comicios venideros, pues además de su juventud, es innegable que tiene un alto nivel de conocimiento en la capital, una alta competitividad y por si fuera poco, es bien vista dentro de las filas blanquiazules, tal es así que de aquí ya se había ido aprobada por el panismo de Durango, hasta que Marko Cortés decidió dar un golpe de timón, se dice que presionado por algunos grupos locales que en su vida han ganado una elección de forma convincente, por lo que la travesura pudiera traerles auténticos dolores de cabeza.

Ni duda cabe que Patricia Jiménez es una panista de toda la vida que ha hecho méritos para, de unas elecciones para acá, estar contemplada en las candidaturas del PAN, sin embargo, en la última que participó, la del 2018, perdió su distrito y parecía que eso la relegaría al menos este año de cualquier aspiración, bueno pues no fue así y tendrá una oportunidad más, aunque con un escenario muy distinto a cualquier elección anterior en la que haya participado, pues la legitimidad de su candidatura no es precisamente la mejor y pareciera más bien una imposición, en una clara muestra más del canibalismo que parecía ya estaba extinto dentro de este partido político y que irremediablemente traerá consecuencias.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena