Por: Dionel Sena

Con cifras hasta este lunes de 68 mil casos positivos de COVID-19, más de siete mil 400 muertos y un universo de más de 29 mil sospechoso por ese Coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en México, ya íbamos de salida con la pandemia, la cual amenaza con dejar a por lo menos un millón de mexicanos sin empleo y ni que decir, del daño económico que dejará a su paso, un sinnúmero de empresas en quiebra y otras sobreviviendo con lo mínimo, pues con ese escenario, es difícil pensar que ya lo peor ya pasó, pues se supone que más allá de lo que diga Hugo López Gattell, lo peor debería estar por venir, tal y como ocurrió con otras naciones como Italia y España que pensaron que también ya iban de salida, un error que les costó miles de vidas humanas, esperemos que no sea nuestro caso.

Se debe recordar que México sigue en Fase 3 de la pandemia y ello sugeriría que, el confinamiento casi casi debería ser obligatorio, sin embargo y contrario a ello, la movilidad se puede ver en prácticamente todos los estados del país y sus municipios más importantes, mismos cuyos gobernantes, le han apostado más al rescate de su economía que a ponderar la salud de sus gobernados, lo que seguramente provocará un contagio aún mayor y el inminente colapso del sistema sanitario, pues no se puede creer que se decidan abrir una vez más los comercios de aquellas ciudades en donde el contagio pudiera estar justo saliendo de su domicilio y poner en enorme riesgo a sus seres queridos, de ahí que no se entiendan semejantes decisiones, máxime cuando estamos en un país que es de los primeros 10 en el mundo con mayor mortandad por dicho contagio.

Según la experiencia de otras naciones, no debemos estar ni cerca de salir de esta pandemia como nos quieren hacer ver y lo que quizá esté ocurriendo, es que Estados Unidos ya empezó a presionar para que sus líneas de producción se activen y su economía empiece a reactivarse, no hay que olvidar que hay un nuevo Tratado de Libre Comercio que seguramente necesita echarse a andar y no bastaran la firma de altos funcionarios para que ello ocurra, deberá ser la clase obrera la que saque la cara y es ahí, donde los riesgos se multiplicarán, pues por muchas medidas que tomen las empresas referidas, estas será insuficientes para el número de trabajadores que manejan y que tan solo un contagiado pudiera pasarle ese Coronavirus a miles, sin embargo, habrá mucha gente que vaya laborar aun y con todos los riesgos que ello conlleve, pues no hay que olvidar que la falta de liquidez le pegara a tarde o temprano a todos los que le abonan al Producto Interno Bruto de este país.

Habrá que ver la postura de los gobernadores que hasta ahora, han tratado de mantener a raya a su población con este tipo de declaraciones del Presidente que lo único que provocan, es que la ciudadanía se relaje y empiece a salir a la menor oportunidad, pues al final serán ellos quienes carguen con las consecuencias de sus decisiones y no el Gobierno federal que si bien es cierto, adelanta un escenario muy alentador, al mismo tiempo deja que las decisiones de regresar a la nueva normalidad, las asuman los mandatarios en cada entidad federativa, por lo que en caso de equivocarse, lo más seguro es que desde Palacio Nacional le hagan al Poncio Pilato y se laven las manos ante los resultados que arroje una decisión semejante, por más que se exija el uso del cubrebocas, etcétera; al final el virus ahí está y los riesgos de un rebrote están a la orden del día, Dios quiera y nuestras autoridades no se estén equivocando.

Quizá nuestro Presidente está muy contento porque en distintas encuestas -incluidas las de medios antilopezobradoristas- la mayoría de los mexicanos aprueban la forma en que ha maneja la pandemia, no vaya a ser que por eso se esté confiando.

Twitter: @dionelsena