POR: DIONEL SENA 

Quizá no sea un tema del dominio público, pero pocos realmente saben que los ministros evangélicos, en esta nación, no pueden aspirar a cargos de elección popular en México, y para lo cual hay una restricción desde hace ya muchos años, bueno pues ahora los líderes de la Cofraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas piden ocupar cargos públicos y de paso el permiso para poder reunirse como asociaciones con fines políticos, lo cual indudablemente que desatará reacciones encontradas en San Lázaro, pues lo más seguro es que los morenistas apoyen dicha postura, mientras que la oposición -PAN y PRI- se opondrá de manera rotunda, más por la predilección que tiene el Presidente de la República con esa corriente en nuestro país y todo lo que ello representaría en un momento dado, pues de la noche a la mañana estaría emergiendo un nuevo partido político sin que lo sea, pero con los mismos derechos de cualquier instituto político ya establecido en México.

Para que lo anterior pudiera transitar, será necesario que se modifique el artículo 130 constitucional, el cual establece el principio de la separación entre el Estado y la Iglesia, lo que de llegar a ocurrir -lo cual no será fácil de lograr- le daría a los ministros de culto de esas congregaciones los derechos políticos que se necesitan para postularse a alguna diputación local, federal, a ser alcaldes de su municipio, regidores y en una de esas, hasta Gobernador o Presidente, sin embargo no se descarta que si esa iniciativa es aprobada, la misma lleve algunos candados por parte de ambas cámaras, pues se duda mucho que se la vayan a poner tan fácil, sin obviar las presiones que tendrían por  la mayor parte de los partidos políticos en México, mismos que es un hecho que no se quedarán de brazos cruzados.

La Cofraternidad ya mencionada, también ha ejercido presión ante la solicitud argumentando que sólo hay tres países en América Latina en donde no les permiten tener derechos políticos, como es el caso de Venezuela, Cuba y por supuesto nuestra nación, por lo que han puesto sobre la mesa el debate del laicismo en México, sin embargo por ahora, la Ley establece que los ministros de culto no podrán asociarse con fines políticos ni hacer proselitismo a favor o en contra de algún candidato, partido o asociación política alguna, sin obviar que también tienen estrictamente prohibido toda clase de agrupaciones políticas cuyo título tenga alguna palabra que la relacione con alguna confesión religiosa, como es el caso, lo que en definitiva desatará opiniones encontradas en los principales sectores de la sociedad.

Sin embargo, lo que no se ha valorado en torno a este tema, es que de llegar a reformarse el artículo referido, entonces también los sacerdotes y arzobispos podrán levantar la mano como aspirantes a puestos de elección popular en nuestro país, sin obviar que es la creencia religiosa con mayor número de creyentes en México, lo que podría dar cierta ventaja o incluso, ser aprovechado por partidos políticos ya constituidos para postularlos a puestos de elección popular pero como sus candidatos, un tema que de ninguna manera es menor y que se debe tomar con mucho tacto, pues en la idea de abrirle la puerta a las asociaciones cristianas evangélicas, de paso también podrían darle entrada a las distintas arquidiócesis de esta nación, salvo que llegado el momento, les pongan alguna restricción, lo cual tampoco se puede descartar… habrá que estar atentos a las señales.

Twitter: @dionelsena