Por: Dionel Sena

Luego de que los representantes del Gobierno de la 4T en la Cámara de Diputados, tomaran la decisión de castigar en su presupuesto del próximo año al Instituto Nacional Electoral (INE), con un recorte del orden de los mil millones de pesos, quienes dirigen los destinos del INE, ya tomaron medidas de ajuste para sobrevivir ante dicha decisión, la que sobra decir, pone en riesgo el proceso electoral del 2021, que arranca en septiembre del 2020, y en el que, entre otras cosas, se votarán las 500 diputaciones federales, donde sobra decir que, Morena tratará de mantener la mayoría que hoy en día presume y de ahí el que se especule, fue la decisión de debilitar -financieramente- a ese órgano electoral, el cual ya anunció por conducto de Lorenzo Córdova que no despedirán a su personal, pues los van a necesitar para la organización de lo referidos comicios, aunque ello no evitará que se ajusten el “cinturón” en otras áreas.

Hay quienes olvidaron que la elección del 2021, será la más grande de la historia de este país, pues habrá alrededor de seis millones de electores más que los que participaron en el 2018, y estará en juego, un total de tres mil 200 cargos de elección popular, entre ellos, 15 gubernaturas, 29 congresos locales serán renovados y habrá renovación de ayuntamientos en 30 entidades, por ello, la organización de dichos comicios será muy compleja tras el recorte anunciado, por lo que lo más seguro es que el INE se ampare ante la Suprema Corte, tratando de rescatar lo que se pueda, pues está claro que la idea es debilitarlo en lo financiero y poco a poco, irlo mermando hasta sustituirlo por otro, sin embargo, está claro que Lorenzo Córdova no se irá callado y el resto de los consejeros tampoco y denunciará lo que tenga que denunciar para defender la autonomía de ese órgano, el cual está en un grave riesgo a partir de la decisión que ya se tomó por parte del grupo mayoritario en la cámara baja.

Trascendió que en la idea de eficientar recursos, el Instituto referido ya canceló dos proyectos de inversión para el año 2020, así como algunas decisiones de carácter financiero relacionadas con la elección del 2021, por ejemplo, no renovar la infraestructura informática de ese órgano para el monitoreo de radio y televisión, lo cual es clave para vigilar que los partidos políticos y candidatos, no se excedan en sus tiempos de utilización de esos medios de comunicación, equipo que dicho sea de paso, ya está en las últimas, sin embargo, a cambio de no correr a nadie, buscarán la forma de darle una mayor longevidad, con la esperanza -quizá- de que en el corto plazo, esa “cacería” que se ha implementado en su contra cese y vengan tiempos mejores, pues si las cosas siguen como hasta ahora, el INE muy pronto pasará a formar parte del anecdotario político-electoral, lo que irremediablemente iría en retroceso de nuestra democracia, por más que algunos aseguren lo contrario.

Se debe aclarar que dicho recorte, no afectará las prerrogativas de los partidos políticos, quizá es por ello, que ninguna organización partidista se ha pronunciado al respecto, pues quizá aún temen que Morena, los quiera mayoritear en las cámaras legislativas y meter la iniciativa de dejarlos en la “miseria” financiera, si les recortan el 50 por ciento de esos recursos, sin embargo, si compromete de sobremanera la expedición de 16 millones de credenciales de elector para el 2021, que como ya se expuso, será la elección más grande en la historia de México, pues potencialmente tendrán la opción de sufragar más electores que en la del 2018 y es algo que por ahora no han entendido quiénes controlan todo en este país, desde el ejecutivo hasta el legislativo, es como darse un tiro en el pie.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena