Por: Dionel Sena

Sin duda que la pandemia ha afectado económicamente a la mayoría de los negocios en Durango, por lo que no debería de extrañar, que ante la complejidad financiera que enfrentan los empresarios locales, varios de sus negocios hayan tenido que cerrar sus puertas, principalmente en el rubro turístico, pues no es casualidad que uno de los sectores más afectados haya sido justamente el hotelero, mismo que -entre otras cosas- ha tenido nula ocupación y que por ese motivo, varios empleos se han perdido ante el cierre de esos establecimientos, sin embargo, el que corra con la misma suerte el Hotel Gobernador, ha marcado la agenda como ningún otro y ha llamado la atención de propios y extraños, por lo que bien vale la pena hacer un análisis al respecto.

Se debe entender que pocos lugares en Durango son tan emblemáticos como el Hotel Gobernador, pues es un referente de la clase política del estado, por lo que en su cafetería y restaurantes, se pueden ver desde políticos, empresarios, líderes sociales, integrantes de la grey católica, familias acaudaladas y hasta medios de comunicación confluyendo en el mismo sitio, algunos por trabajo y otros, por el simple hecho de disfrutar del lugar, además de que es el referente más importante de la ciudad, cuando se trata de hospedar a alguien de renombre, pues pocos hoteles reúnen los servicios y atención de este, un complejo al que se le han tenido que invertir varios millones de pesos, un mérito por cierto de la familia Mijares que gusta por las inversiones hoteleras en Durango.

El hecho de que ese hotel pueda cerrar sus puertas, no deja de ser un foco rojo para la economía duranguense, pues se trata de una empresa sólida y si sus dueños llegan a tomar esa decisión, el mensaje que mandarían es que la situación económica en el estado no es la mejor y ese pudiera ser tomado como un referente para saber cómo andan el resto de los empresarios, de ahí la atención que ha llamado su posible cierre, sin obviar claro, la gran cantidad de empleos que genera, muchos de los cuales, pertenecen a la CTM y por ello, la intervención desde un principio de Ricardo Pacheco quien ha defendido a sus agremiados a capa y espada, aunque claro, hay otras organizaciones emergentes que tratan de madrugarle ese capital laboral y por ello, sus líderes -con poca representación y credibilidad- en su afán de llamar la atención de los ciudadanos, tratan de responsabilizar también a las instancias gubernamentales de lo que está pasando en ese hotel, cuando no hay que ser un erudito en la materia para saber que se trata de un tema netamente obrero-patronal.

De igual manera, es innegable que el que Jaime Mijares aparezca como el dueño de esa empresa, no deja de ser un ingrediente adicional a la gran atención que el cierre del Hotel Gobernador ha atraído principalmente para el círculo rojo, pues al descrito, hay quienes le ven piernas de jinete para los años electorales venideros y de ahí que sus adversarios traten de aprovechar el momento para pegarle, más allá de que aunque dicha empresa no ha cerrado y sigue laborando con el personal mínimo, buscando a toda costa mantener la mayor cantidad de fuentes de empleos posibles, en lo que mucho tuvo que ver la negociación que entabló con Pacheco Rodríguez quien desde un principio, no tuvo empacho en manifestar públicamente que el interés primario de su central obrera era mantener las fuentes de trabajo de sus agremiados y al parecer hasta ahora lo ha logrado.

Habrá que esperar si la parálisis económica continúa más allá de este mes, pues de ser así, no habrá poder humano que evite el cierre de este hotel, con todas las repercusiones y lecturas que ello pudiera tener.

Twitter: @dionelsena