Por: Dionel Sena

Como pocas veces, una propuesta de un Fiscal ha llamado tanto la atención de los distintos colectivos de mujeres en México, pues esta semana, Alejandro Gertz Manero, propuso la «eliminación» del feminicidio como tipo penal y convertirlo en agravante de homicidio, lo que en una primera instancia pudiera generar controversia, sin embargo, en los hechos, la medida estaría justificada, pues dentro de la misma propuesta, se contempla la pena más alta contra agresores de mujeres, la cual puede ir desde los 40 hasta los 60 años de cárcel, la cual estaría muy por encima de cualquier otra pena que se aplique en delitos que impliquen, terminar con la vida de una persona y sin tener que reunir los siete requisitos que se piden para tipificarlo como feminicidio.

Se debe precisar que para que el asesinato de una mujer sea considerado como feminicidio y según el artículo 325 del Código Penal Federal, deberán valorarse -además de que el ataque haya sido por razones de género- el que la víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo; que presente lesiones o mutilaciones inflamantes o degradantes previas a la privación de la vida o posteriores; que existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar en contra de la víctima. Dichos requisitos no siempre se dan en un ataque semejante, por lo que convertir cualquier ataque a una mujer en agravante de homicidio, hará que los responsables del ataque sea castigado con la pena máxima para un delito semejante.

A pesar de que el feminicio es castigado como tal, en al menos 28 entidades del país y que ese delito también está contemplado en el régimen federal, el mismo no ha logrado ser abatido y por el contrario, es un problema que sigue creciendo en todos los rincones de México, de ahí la necesidad de homologar la Ley y que el mensaje que se busca mandar sea el indicado, es decir, que cualquier asesinato en contra de mujeres será castigado de la misma manera sin los requisitos de siempre para obtener las penas máximas, por lo que ya no existirían complicaciones para judicializar dichos casos, por lo que esto estará en manos de los legisladores federales, mismos que deberán analizar, discutir y en su defecto aprobar dicha iniciativa.

Para que lo anterior pueda transitar, será importante que los colectivos y asociaciones en defensa de la mujer puedan apoyarla, ya que de lo contrario, el tema pudiera sufrir una politización o desinformación que eche abajo una iniciativa semejante, misma que es necesaria en el país, por lo antes expuesto, es decir, se debe priorizar la finalidad primaria de «eliminar» la figura del feminicidio y castigar con mayor fuerza, los asesinatos en contra de las mujeres en México, un problema que sigue creciendo y no pareciera haber manera de detenerlo, más allá de las campañas que los distintos niveles de Gobierno hacen por abatir dichas estadísticas, que solo nos recuerdan el estado de indefensión en el que se encuentran nuestras mujeres en este país.

Twitter: @dionelsena