Por: Dionel Sena

Esta semana surgió un rumor en torno al posible relevo de Luis Enrique Benítez Ojeda de la dirigencia estatal del PRI para dejarle dicha responsabilidad a Arturo Yañez Cuellar, lo que evidentemente no cayó del todo bien en las oficinas de Domingo Arrieta, pues hay quienes piensan que después de los resultados arrojados en los últimos comicios que situaron al tricolor como segunda fuerza política en el estado, no habría argumentos como para pensar en estos momentos en un cambio, sin embargo, se debe entender que aunque está lejos el 2021 y aún más el 2022, todo lo que ocurra en ese instituto político en este momento, tiene como objetivo ambas elecciones y por ende, las candidaturas respectivas.

Hasta donde ha trascendido, el rumor surgió a partir de la hipótesis de que Alejandro Moreno Cárdenas se la tiene jurada a todo lo que huela a Ismael Hernández Deras, el cual también sonó para buscar la dirigencia nacional de ese partido, lo que según nos cuentan, no fue del agrado del campechano, de ahí la idea de erradicar a toda la gente que en un momento dado pudiera tener cierta identidad con el ahora líder nacional de la CNC, en donde tendría situado a Benítez Ojeda, el cual, si bien es cierto transitó un tiempo con el del Mezquital, es innegable que después de ese sexenio, tuvo que seguir en la orfandad política y es ahí en dónde empezó a destacar por si solo, convirtiéndose en uno de los mejores parlamentarios que tiene el estado, por ello hay quienes lo declaran como un activo independiente de cualquier grupo, aún así la grilla se la aplicaron.

Se debe aclarar que aunque todo parece indicar que se trata de un rumor; esta no sería la primera ocasión que tratan de bajar al Presidente estatal, pues ya en su momento, el propio René Juárez Cisneros, buscó lo mismo y Luis Enrique Benítez le dejó en claro que entre sus intenciones, no estaba el interrumpir su gestión antes de tiempo, por lo que no hubo argumentos legales que pudieran moverlo, pues más allá de que la decisión se tomara en las más altas cúpulas tricolores, es innegable que hay instancias electorales que protegerían los derechos partidistas y de militantes de cualquier partido político, entre ellos, los del Revolucionario Institucional, lo que seguramente sabía el que relevó en el cargo a Enrique Ochoa Reza, por lo que ya no le movieron más al tema y el exdiputado se mantuvo en el cargo, por ello se duda mucho que lo vayan a mover como se hacía en antaño, pues de ser así, lo más seguro es que termine en tribunales y en una nada, el fallo le pudiera favorecer al multicitado personaje, al cual lo amparan los propios estatutos del PRI.

También cabe la posibilidad de que llegado el momento, se busque negociar con Luis Enrique Benítez Ojeda, el cual queda claro que venderá caro su “amor” y se duda que se vaya por menos que una plurinominal federal en el 2021, una posición por la que varios levantarán la mano, habrá que esperar cuáles son los planes de “Alito” en torno al tema, sin embargo, por lo que se sabe es que el propio dirigente nacional había hecho el compromiso con el duranguense de que terminara su periodo a cambio de ayudar en la reestructuración de ese instituto político en la entidad, lo que al parecer terminó haciendo y no solo eso, sino que también obtuvo el triunfo en 16 alcaldías, algo impensable antes de que esos comicios se llevaran a efecto, cartas credenciales que seguramente serán tomadas en cuenta llegado el momento.

Un dato que no es menor, es que lo más conveniente para Benítez Ojeda es mantenerse en el cargo hasta el 2021, pues como andan las aguas, por mucho que le prometan el cielo y las estrellas, al no estar ya en el cargo, eso lo haría sacrificarle y en una nada, no se la andan cumpliendo, algo que seguramente tendrá medido el hábil político, por lo que lo más seguro es que busque quedarse hasta el 2021, no vaya a ser el diablo.

Twitter: @dionelsena