Por: Dionel Sena

Cuando parecía que lo habíamos visto todo en Durango, luego del proceso electoral que desembocó en las elecciones del pasado 2 de junio, resulta que el alcalde de Tepehuanes, que buscó la reelección y no la consiguió, decidió emprender como primer medida a su regreso, despedir a aproximadamente 50 trabajadores, bajo la sospecha de que no votaron por él en los comicios referidos, noticia que se hizo evidente a partir de las manifestaciones de rechazo de los propios exempleados que llamaron a los medios de comunicación y a la opinión pública, para hacerles ver la notoria injusticia que se estaba cometiendo en su contra, la cual todo indica que le traerá repercusiones jurídicas al edil, pues no se puede suplir el enojo con lo que está haciendo.

Se trata del alcalde Enrique Corral, mismo que en el año 2016 -postulado en aquella ocasión por el PVEM, PRI y el extinto Panal- fue recordado porque en cuanto llegó al encargo no tuvo empacho en poner de patitas en la calle a aproximadamente 50 empleados municipales, bajo el argumento de que no se la debían y que tenían que irse junto con el que perdió con él en las urnas, lo que en su momento fue considerado como un claro revanchismo político, sin embargo, eso poco o nada le importó, pues siguió su gestión como si nada, más allá del sinnúmero de críticas que le llovieron y desde luego, los recursos legales que tuvo que arreglar su departamento jurídico.

Hoy parece que la historia es exactamente la misma, pues una vez derrotado en las urnas, y en un afán de repartir culpas, echó a la calle a 50 trabajadores municipales más, la diferencia es que estos salieron más “extrovertidos” que los anteriores y no dudaron en hacer pública la injusticia, lo que provocó que la noticia fuera de interés estatal e incluso nacional, pues nunca dejará de generar morbo un político o candidato que al no ganar una elección, la toma contra sus propios empleados, imaginen lo que pasaría si todos aquellos que no lograron el objetivo hicieran lo mismo, varios municipios estarían en crisis y con manifestaciones al por mayor, sin embargo, esta entidad no fue el caso, al menos no de lo que ha trascendido hasta ahora.

Cómo andarán las “aguas” que hasta el propio presidente estatal del Partido Verde, Gerardo Villarreal, conminó a su alcalde a no incurrir en este tipo de actos de revanchismo político, pues si bien es cierto, los ediles tienen la facultad de dar de alta o de baja a sus trabajadores, dependiendo de las necesidades del municipio, está claro que en este caso hay un sesgo político detrás de todo, y ello les pudiera acarrear facturas muy altas de pagar en los próximos procesos, pues no es ningún secreto que al menos en Tepehuanes, no solo será recordado este alcalde “despedidor” sino también el partido o los partidos políticos que lo postularon, un lujo que en estos tiempos ningún instituto político se puede dar, sin importar que el próximo año no sea electoral.

Por ahora, la próxima administración seguramente que estará preocupada, pues si las demandas por despido injustificado se cumplen, lo más seguro es que la administración saliente no se vaya a responsabilizar de ello y le herede el “milagrito” a los que empezarán a despachar a partir de septiembre de este año, mismos que tendrán que lidiar con un déficit presupuestal a raíz de toda esta problemática.

Twitter: @dionelsena