Por: Dionel Sena

Lo ocurrido en la Huacana, Michoacán, en donde civiles desarmaron y retuvieron a militares, luego  que estos realizaran el decomiso de armamento a un grupo armado, indudablemente que nos debe poner a reflexionar a todos, pues se sobreentiende que si el último frente -la milicia- es rebasada en el renglón de seguridad, algo no se está haciendo bien en la actualidad y se debe modificar, más allá que la Guardia Nacional ya sea un hecho y que en el supuesto, a partir de su operación, estas cosas ya no deberían suceder, pues está claro que si los elementos de las fuerzas castrenses hubieran evitado el desarme, seguramente que una desgracia hubiera ocurrido y ellos hubieran sido los únicos responsables, por fortuna el tema no pasó a mayores y fueron liberados.

La discusión radica en que ya es insostenible la presencia del Ejército en las calles del país, pues queda claro que no es ese el lugar para el cual fue creado -cuando no está en riesgo la soberanía nacional-, por ende, la implementación de la Guardia Nacional resulta urgente para la mayoría de los estados del país, principalmente aquellos que han estado experimentado una violencia extrema en las últimas semanas, y justo ese es el caso de Michoacán, el mismo estado que no hace mucho, estuvo sumergido en un ambiente de violencia y donde el crimen organizado hizo de las suyas por mucho tiempo, ahora parece que quiere resurgir y no pareciera haber algo o alguien que se lo pudiera impedir; las pruebas saltan a la vista, basta ver las estadísticas de unos meses para acá.

Uno de los grandes temores de los mexicanos a partir de la llegada de la «4T», es justamente saber cómo lidiará con este tipo de hechos relacionados con el crimen organizado, mismos que son muy delicados en caso que no se traten de la mejor manera, pues deberán hacer que se respete el estado de derecho, sin violar los derechos humanos de quienes pretenden violentarlos, una disyuntiva de la que muchos no han salido bien librados y que han marcado su mandato, será ese el caso de Silvano Aureoles, el mismo gobernador, que siendo perredista, en la pasada elección presidencial, no tuvo empacho en gritar a los cuatro vientos su apoyo incondicional hacia el proyecto de José Antonio Meade, quien en dicha carrera terminó en un lejano tercer lugar, lo que sugiere que entre él y el Presidente no existe la mejor relación.

Sin duda que Michoacán se pudiera convertir en el gran experimento de la «4T», para demostrar cómo puede salir bien librado de una circunstancia semejante, que sirva de ejemplo en lo nacional, caso contrario, el parámetro no será nada alentador, pues el hecho que civiles desarmen a elementos de las fuerzas castrenses por cumplir con su trabajo, en definitiva que es un precedente irrepetible y que pudo haber terminado muy mal, incluso en el video que circula en las redes sociales, los propios militares se dan cuenta de la encrucijada en la que estaban o defenderse abriendo fuego contra civiles o de plano dejarse desarmar, el caso antes expuesto no tuvo costos, pero está claro que hay estados del país en donde no todos terminarán así… Al tiempo.

Twitter: @dionelsena