Por: Dionel Sena

Quienes aún controlan los destinos del Partido de la Revolución Democrática en nuestro país han tomado una de las decisiones más temerarias de las que se tenga memoria para cualquier instituto político en México, pues todo apunta que para finales de año ya no llevarán esas siglas y mutarán a Futuro 21, lo cual implicará diluir todos los órganos internos -incluida su dirigencia nacional- además de la incorporación de “refuerzos” como el expriista José Narró Robles, el excandidato presidencial Gabriel Quadri; el exvocero del sexenio foxista, Rubén Aguilar, Beatriz Pagés, Purificación Carpinteyro y varios mas, lo que proyecta convertir a esa organización política en una auténtica “Torre de Babel”, con todos los riesgos que ello implica y más allá de que el objetivo sea convertirse en un verdadero contrapeso de la «4T» y de Morena, es inevitable preguntarse quién de todos estará al frente, lo cual no será un tema sencillo.

Lo anterior deja en claro que el PRD necesita renovarse o morir, pues ya la marca como tal no vende y quienes aún lo manejan saben que si no hacen cambios radicales terminarán siendo desplazados por otros partidos, pues a partir de los rumores de que el PRI y el PAN retomará su alianza político-electoral rumbo al 2021, sabe el «sol azteca» que quizá su aliado de las últimas campañas ya no lo está tomando en cuenta y eso es peligroso para su supervivencia, lo que saben perfectamente Miguel Ángel Mancera, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, que hasta donde se sabe son quienes están promoviendo este nuevo proyecto político, el cual aún tiene que ser presentado ante el Congreso Nacional este próximo 30 de agosto, sin embargo, por lo que se está proyectando y quienes lo están impulsando, lo más seguro es que pase su aprobación sin mayores contratiempos, aunque luego con algunas corrientes radicales de ese instituto político no se sabe… No vaya a ser el diablo.

Es innegable lo deteriorado y lo casi extinto que está el Partido de la Revolución Democrática a partir del surgimiento de Morena, pues fue desplazado por los propios ciudadanos como un verdadero referente de izquierda en nuestro país y en mucho se lo deben a sus propios errores, lo cual provocó una desbandada casi total de sus cuadros más importantes, sin obviar que su alianza de subsistencia con Acción Nacional tampoco le dio los dividendos que ellos pensaban; hoy por eso deben resurgir de sus cenizas y al parecer la vía más viable es desaparecerlo, pues no era ningún secreto que en las últimas elecciones ya tenían muchos problemas para mantener su registro, el cual aún es del tres por ciento, sin embargo, la propuesta de quienes gobiernan en este momento el país es ampliarlo al cinco por ciento, lo que dificultaría enormemente el que muchos partidos mantengan sus prerrogativas a salvo, y uno de ellos es irremediablemente el PRD.

De llegarse a cristalizar el llamado nuevo partido Futuro 21, marcaría el inicio del adiós de las organizaciones políticas de seguir siendo reconocidas como partidos, ahí está el caso de Redes Sociales Progresistas, que es el nuevo proyecto de Elba Esther Gordillo, y ni qué decir de Morena, el cual arrasó con las elecciones en el 2018, se duda mucho que ese mismo camino lo sigan el PAN o el PRI, los cuales quieren iniciar una ruta juntos rumbo al 2021 en la idea de quitarle la mayor fuerza posible a Andrés Manuel López Obrador y el partido que él mismo fundó, sin embargo, la ruta de cambiar de siglas hoy en día no suena tan descabellado, aunque quienes las promuevan se llevan las mismas mañas que la gente ya conoce y que tarde o temprano les cobraran factura, por lo que no es difícil vaticinar que Futuro 21 morirá pronto así como también lo poco que le queda al PRD.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena