Por: Dionel Sena

Más allá de la mofa que se hizo en redes sociales por la nueva fachada del mercado Gómez Palacio, el cual se encuentra en pleno corazón de la ciudad de Durango, es importante hacer algunas precisiones de lo que fue esta obra y la cual, dista mucho de lo que hasta ahora se ha dicho al respecto, principalmente que en la fachada se invirtieron 25 millones de pesos, lo que resulta inverosímil y de ahí, el que se haya decidido indagar sobre el tema, para develar varios misterios de lo que hasta hoy se ha comentado, el principal, es que el Gobierno municipal sólo fungió como intermediario entre quienes ejecutan la obra y quienes resultarán beneficiados, además de que según la información recabada, el proyecto consta de 26 millones de pesos y sobra decir que vienen etiquetados y que cada metro construido, debió primero ser aprobado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que en definitiva no es un tema menor.

Uno de los temas que mayor revuelo levantó, fue el monto de la inversión, misma que corresponde a una bolsa estatal y federal, la cual es administrada y ejecutada por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (Secope) y la Secretaria de Desarrollo Económico (Sedeco) y en función de lo establecido, por el consejo consultivo de historiadores de monumentos del INAH, mismo que revisa y en su caso autoriza, todas las obras previas a su ejecución, especialmente en proyectos de centros históricos basados en la Ley de monumentos históricos nacionales, por lo que hay demasiados entes gubernamentales involucrados como para que pretendan hacer una chicanada.

También se entiende que hoy en día, todo lo que involucre al Gobierno municipal se va a politizar, pues por ejemplo, en este caso, ya quedó claro que al menos que ni la Dirección de Obras Públicas Municipales y tampoco Desarrollo Urbano, tocaron un solo peso del recurso aplicado a este emblemático lugar, el que consta de varias etapas y que si bien es cierto, la fachada no fue del agrado de la mayoría, es inobjetable que la obra la autorizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por ello, hay quienes deberían de documentarse un poco mejor, para no andar haciendo desfiguros en los medios de comunicación lanzando acusaciones e insultando la inteligencia de los duranguenses, a los cuales, les basta echarle un ojo a la información de la obra, para darse cuenta que la fachada es solo una parte de ese proyecto integral, que en el supuesto, vendrá a embellecer nuestra ciudad, más allá del diseño que simula una tiendita de la esquina o algo más, pero no la fachada de un sitio tan histórico como este, eso sin duda que es un tema aparte, pero ya se detalló ante que instancias debe hacerse el reclamo.

De igual manera se debe precisar que dicha remodelación la cual consta de varias etapas y que prácticamente es ejecutada por el Gobierno federal y el estatal, además de que presenta un avance de un 85 por ciento en el área de los baños; la entrada y el corredor de la calle Patoni, tiene un avance del 75 por ciento; por la calle 20 de Noviembre, se ha avanzado hasta en un 95 por ciento y; por 5 de Febrero, pero no se tiene un avance de apenas un 5 por ciento. A lo anterior hay que sumarle las adecuaciones pertinentes a la renovación total de líneas eléctricas y, próximamente iniciará la impermeabilización total de ese espacio, por lo que a la obra… Aún le faltan muchos detalles para ser entregada.

No coman ansias…

Twitter: @dionelsena