Por: Dionel Sena

Era imposible que el color del semáforo epidemiológico no alcanzará a Durango, cuando todos los indicadores proyectaban que ello pasaría tarde o temprano, el creciente número de casos positivos, el de los decesos por esa causa y la ocupación de camas de hospital que de igual manera se fue disparando de manera exponencial, provocaron que las autoridades tomarán esa decisión, lo que implicará nuevas medidas para contener dicha ola, por lo que no extrañaría que el aforo en algunos espacios sea otra vez limitado, que algunos negocios no esenciales como bares y antros deban cerrar hasta nuevo aviso y que espacios públicos de igual manera deban tener mayores restricciones.

Será difícil que se dé un cierre generalizado como en el arranque de la pandemia, pues no se busca tampoco afectar el tema económico, pues el tomar medidas de esa índole conllevaría a la pérdida de empleos y una desaceleración económica que es lo que no se quiere, sin embargo, las medidas deberán agudizarse, de ahí el que no se descarte un certificado de vacunación para ingresar a establecimientos públicos como cines, restaurantes, etc., como ya se está planteando en otros puntos del país y que aquí en Durango propuso desde un inicio Iván Gurrola Vega, lo que de alguna manera le dará la seguridad a las autoridades de que quienes ingresen ya cuentan con su vacuna y el riesgo que corren es menor a quienes aún no la tienen.

Desde luego que el que Durango ya esté en semáforo naranja, conllevará a que los 39 municipios estén en una circunstancia similar, de ahí el que Héctor Flores Ávalos como secretario general de Gobierno, haya solicitado a la Guardia Nacional su colaboración para cubrir aquellos municipios que cuentan con pocos policías, para vigilar y evitar el que se realicen eventos masivos, pues es en ellos en donde se podría generar mayor contagio, especialmente entre jóvenes que son los que aún no tienen ninguna dosis de la vacuna y que han sido el centro de atención de la nueva ola, por lo que de responder dicha instancia federal a tal petición, entonces ello reduciría de manera significativa la realización de esos eventos y se supone que ello, ayudaría a que los contagios vayan menguando poco a poco.

Es válido destacar que de nada sirve el esfuerzo que hacen las diferentes instancias de Gobierno por vacunar a los distintos grupos de vacunación, si hay quienes quieren romper las reglas e ir cuando no les corresponde, pues lo único que provocan es una saturación inmisericorde, como ocurrió el pasado lunes en las instalaciones Fenadu, cuando quienes llevan a cabo la logística del esquema de vacunación para la población de 30 a 39 años, debieron anunciar el término de la jornada debido a la sobresaturación registrada, por lo que bien vale un llamado a la cordura y a la civilidad, caso contrario, podrían algunas personas quedarse sin la vacuna a causa de este tipo de actitudes, pues hay quienes debieron vacunarse antes y no lo hicieron o quienes quieren en específico esta vacuna a diferencia de la que ya recibieron.

Por: @dionelsena