Por: Dionel Sena

Indudablemente que los resultados de las elecciones del pasado domingo 6 de junio en Durango, ofrecen distintas lecturas y la numeralia, no deja mentir en torno al tema, pues mientras hubo partidos como el PRI, Acción Nacional y Morena que demostraron que tienen un capital político como para pensar en lo que se viene; hay otros que quedaron sumamente exhibidos en cuanto a su verdadera valía y que lo más seguro, es que las marcas antes mencionadas, van a revalorar bajo qué condiciones los incorporan nuevamente, nos referimos en concreto al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y al Partido del Trabajo, el primero, perdió el registro a pesar de ir aliado y el segundo, le aportó muy poco a Morena a pesar de sus constantes llamados al voto masivo que no le valieron de mucho.

Se debe precisar que el partido que más votos sacó el domingo pasado, fue Morena, con casi 179 mil sufragios a pesar de lo cual, solo ganó tres de nueve diputaciones locales de mayoría que llevaba con candidatos propios, mientras que el PT, ganó uno de seis distritos en los que registró candidato y solo obtuvieron 17 mil 302 votos, lo que equivale a un 3.15 por ciento de la votación total emitida, es decir, salvaron el registro de milagro, quedando en evidencia que es una marca muy dependiente de cómo le vaya a su aliado y la prueba de ello, fue el 2018 con aquel “tsunami morenista” y lopezobradorista que les rindió tan buenos dividendos, sin embargo, en proporción a lo que sacó Morena, difícilmente será el Partido del Trabajo el que pretenda poner al candidato a gobernador en el 2022, no se entendería bajo qué argumentos.

Ni duda cabe que la alianza entre Acción Nacional y el PRI funcionó, pues según la numeralia referida, el primero obtuvo 98 mil 996 sufragios, lo que equivale a un 18.03 por ciento de la votación, mientras que su aliado llegó casi a los 130 mil votos, lo que le da un porcentaje del 23.57 por ciento, lo que lleva a pensar que si dicha alianza no se hubiera pactado, es casi un hecho que el escenario sería muy parecido al del 2018, lo que lograron evitar gracias a dicha coalición, misma que dividió diputaciones federales, pero que en el Congreso del Estado tendrá la mayoría que estaban buscando al unir fuerzas, por lo que será de aquí de donde salga el control de la Junta de Coordinación Política que es la posición de más deseada de cualquier legislatura local y la que empezará funciones en septiembre de este año, no será la excepción.

El caso del PRD es digno del análisis por donde se le quiera ver, pues no es ningún secreto que desde tiempo atrás, se cuestionaba de sobremanera su verdadero capital político en Durango, mismo que quedó exhibido el domingo pasado al sacar solo el 2.11 por ciento de la votación total emitida, lo que equivale a 11 mil 603 votos, cifra muy distinta a lo que pudieron llegar a negociar hasta ahora, más allá de que obtuvieron triunfos en diputaciones locales con Francisco Londres Botello (que realmente fue prestado por el PAN) y David Ramos que jamás ha negado su filiación perredista, sin embargo, de no ser por el apoyo blanquiazul y tricolor, difícilmente hubiera sacado la victoria en el distrito 14 y eso es del dominio público, sin embargo, ambas posiciones no les dan para pedir las perlas de la virgen en el 2022.

Qué se conformen con lo que les den…

Twitter: @dionelsena