Por: Dionel Sena

Durango ha sido el escenario en los últimos días de al menos tres casos de violencia doméstica sin precedentes en la historia de esta entidad, donde se han visto involucrados el mismo número de menores de edad que han sido salvajemente agredidos por sus propios familiares, lo que deja en claro la descomposición social en la que está sumida una parte de la sociedad, pues de otra manera no se entenderían semejantes agresiones en contra de seres indefensos que han indignado al común denominador, mismos que piden todo el peso de la Ley en contra de los agresores, por lo que incluso, ya se propuso por parte de Esteban Villegas en el Congreso del Estado, que en ese tipo de hechos, las autoridades ya los puedan seguir de oficio y no hasta que se haya presentado alguna denuncia.

Se debe recordar que el primero de los hechos ocurrió en un pueblo de Nuevo Ideal, cuando un sujeto -vaya usted a saber poseído porque tipo de sentimiento- arremetió a golpes contra el pequeño Alan, un niño de apenas cuatro años, quien sufrió diversos golpes en prácticamente todo el cuerpo que motivaron a que su mamá -quien fue cómplice de la agresión- lo llevará al médico y es ahí en donde profesionales de la medicina se percataron de que las agresiones no correspondían a una caída como la madre lo aseguraba, por lo que además de que el menor fue trasladado con la urgencia del caso a la capital vía aérea, se emprendió la búsqueda del agresor que aparece como el padrastro del menor, el cual por fortuna espera que le dicten sentencia por semejante conducta.

El otro hecho tuvo verificativo en Mezquital, en donde una jovencita de apenas 14 años, fue apuñalada en al menos 10 ocasiones por su pareja sentimental, lo que motivó la búsqueda del agresor con quien la menor contrajo nupcias debido a los usos y costumbres de aquella región indígena que permite los matrimonios aún y cuando alguno de los dos sean menores de edad, lo que para la mayoría resultaría inadmisible.

Apenas esta semana también se dio cuenta del ingreso de una niña de apenas dos años de edad a un hospital de Vicente Guerrero, con el rostro machacado producto de los golpes que recibió de su propio padre quien la agredió con una pistola y quien fue detenido por las autoridades, por lo que se espera que responda por su crimen, pero no se entiende que pudo haber hecho una niña de esa edad para haber encolerizado así a su padre, mismo que después se supo que al parecer estaba bajo los efectos de alguna droga al momento de la agresión, misma que ocurrió por cierto en un pueblito de Nombre de Dios.

Sin duda que algo estamos haciendo mal como sociedad, pues más allá de que sujetos desquiciados hayan cometido las agresiones, en muchas de las ocasiones somos cómplices de ese tipo de conductas y no nos atrevemos a denunciar, en especial mismos familiares y hasta vecinos que durante mucho tiempo son testigos de lo que pasa en algunas familias y no lo hacen del conocimiento de las autoridades, hasta que con el pasar del tiempo los agredidos terminan en hospitales, marcados de por vida o en cementerios, los agresores en la cárcel y quienes fueron cómplices de semejantes agresiones también privados de su libertad.

Twitter: @dionelsena