Por: Dionel Sena

Aunque todo indicaba que el golpe ya estaba dado y que por mayoría, los diputados de Morena, PT y el Verde se impondrían a sus homólogos del PAN-PRI-PRD para aprobar una reforma a la Ley Orgánica del Congreso del Estado, con la cual le arrebatarían el primer año del control de la Junta de Coordinación Política – lo que finalmente ocurrió, por 15 votos a favor por nueve en contra -, lo que no estaba en el guion, era todo lo que pasó entorno a ese día convulso el sábado al mediodía en el recinto legislativo, mismo que será recordado por todo lo que se dijo y ocurrió, réplicas que se seguirán sintiendo durante los próximos días por parte de los distintos actores políticos que tuvieron injerencia en esa controversial decisión y que marca por completo el tenor del proceso electoral del próximo año, en el que se librará la madre de todas las batallas.

Por principio de cuentas, llamó la atención que el edificio del Congreso del Estado estuviera resguardado por elementos del Servicio de Protección Federal, del cual está a cargo ni más ni menos que Manuel Espino Barrientos; la justificación era darle seguridad y protección a dichas instalaciones ante lo que pudiera pasar, lo que claro está, no cayó en gracia para quienes forman parte de la coalición «Va Por Durango», en especial sus dirigentes estatales y diputados locales electos que querían ser parte de dicha sesión tratando quizá de hacer presión para que dicho albazo – como ellos lo calificaron – no se llevará a cabo; sin embargo, lo que pasó fue en desencuentro muy desafortunado cuando se lanzaron gases lacrimógenos que involucró directamente a Verónica Pérez y que le valió un sinnúmero de críticas para los uniformados, pues hay quienes piensan que se extralimitaron en sus funciones.

Ya en la sesión los dimes y diretes no se hicieron esperar, el encuentro de posturas que más llamó la atención, fue por mucho el que protagonizaron David Ramos Zepeda y Otniel García Navarro, mismos que después de hacerse señalamientos directos en tribuna tuvieron un intercambio de palabras desde sus respectivas curules, debido a que las mismas están muy cerca la una de la otra, lo que facilitó el conato que según testigos llegó a los golpes, pero que no pasó a mayores y en lo que respecta a las amenazas que mutuamente se hicieron, solo ellos saben lo que se dijeron, más allá de las especulaciones que surgieron vía redes sociales, en las que se señalaron cosas propias de una pelea entre hombres, algo poco común, por cierto, en un recinto legislativo.

Será la coalición «Juntos Hacemos Historia» la que presidirá en el arranque de la próxima legislatura la Junta de Coordinación Política, sin embargo, serán los diputados del PAN, PRI y PRD quienes durante ese tiempo les estarán recordando ese albazo, mismo que se dio justo después de las elecciones del 6 de junio y no antes, lo que para ellos es un agandalle, pues nunca se hizo del conocimiento del electorado lo que pensaban hacer y su argumento es que ellos ganaron 11 de 15 diputaciones locales que estuvieron en juego y que por ese motivo, les correspondía dicha presidencia, al final el más afectado es el tricolor, pues con dicha reforma les quitan un año de controlar esa Junta de Gobierno, mientras que el blanquiazul puede administrar un año dicho orden de Gobierno que sería el último del trienio entrante, salvo que una vez más, dicha ley orgánica vuelva a ser modificada, lo que en los tiempos que estamos viviendo no se puede descartar.

Twitter: @dionelsena