Por: Dionel Sena

Tal y como se esperaba, este fin de semana Morena volvió a dar de qué hablar, pues pretendió llevar a efecto sus cuatro asambleas para conformar su consejo estatal, sin embargo, los intereses intestinos que ya se preveían se hicieron presentes, al grado que sólo tres de esas asambleas se pudieron llevar a efecto, pues la de La Laguna terminó siendo “reventada”, y las otras tres terminaron siendo sumamente cuestionadas por la serie de irregularidades que se presentaron desde un principio, lo que seguramente desembocará en distintas impugnaciones ante las instancias correspondientes, por ejemplo, la Comisión de Honor y Justicia, lo que sí es que éste no es el mejor augurio para la elección nacional que se desarrollará en noviembre, por lo que quizá no todo esté dicho en este sui géneris partido, el cual ha demostrado que puede llevar al siguiente nivel el término del “canibalismo” que tenían acuñadas otras organizaciones políticas.

Según lo que ha trascendido hasta ahora, en dichas asambleas hubo desde acarreo, compra de votos, despensas, QR falsos y hasta gente que ni siquiera estaba en el padrón, aún así, hay quienes aseguran que personajes como Gustavo Pedro Cortés, y compañía, entraron a la operación política para sacar la mayor cantidad de consejeros a favor de Mario Delgado, que según sus cuentas alegres, acumula hasta 12 delegados, es decir,  en este momento, tendría mayoría por sobre el resto de las fórmulas que participaron, aunado a que Gómez Palacio en este momento no tendría delegados por la sencilla razón que la asamblea fue reventada; se dice que quien estuvo detrás de toda esa operación fue el diputado federal por Coahuila, Javier Borrego, quien también le hizo la chamba a Mario Delgado a sabiendas de que allá no era el favorito.

A pesar que se dice que Rosendo Salgado estaba suspendido de sus derechos -según un documento que circuló previo a dichas asambleas- es innegable que fue su gente la que organizó dichos eventos, lo que dicen, lo dejó muy bien parado ante el Comité Ejecutivo Nacional, pues más allá del “cochinero” del cual se habla, es innegable que el trabajo se hizo, lo que era necesario para ese instituto político, mismo que trata de salir de la “jaqueca” que le generó la estrepitosa derrota electoral que se le adjudica aún a Armando Navarro, mismo que se dice, fue uno de los responsables, por su inoperancia, de que en Gómez Palacio dicha asamblea haya sido reventada, por lo que tendrá que dar muchas explicaciones al respecto, aunque lo más seguro es que en este caso tampoco acepte su responsabilidad, tal y como ocurrió el pasado 2 de junio.

Lo anteriormente expuesto, y que se vivió el pasado sábado, es sólo una muestra que Morena no ha aprendido su lección, y que sigue cometiendo los mismos errores que en el pasado lo llevaron a ganar sólo dos de 39 alcaldías que estuvieron en juego, “canibalismo” que ha superado las expectativas de cualquiera, y que por ejemplo ya padece el mismísimo Manuel Espino, quien por otro lado, vive una grilla de las legisladoras federales por Morena que tratan de impedir -a toda costa- que él se convierta en «superdelegado» de los programas federales de la «4T» en Durango, algo muy parecido a lo que ocurre con el partido que trata de “poncharle las llantas” a un instituto político que, paradójicamente, después pretenderán abanderar, no por nada les fue como les fue en el proceso electoral pasado, errores que siguen cometiendo y que sólo favorecen al PAN y al PRI, mismos que seguramente pretenderán repetir un escenario como el de los últimos comicios, al menos las condiciones actuales así lo indican.

Twitter: @dionelsena