Por: Dionel Sena

Bajo el argumento de eficientar los recursos públicos que año con año se destinan a las 32 entidades federativas para los Órganos Públicos Locales Electorales (OPLES), los diputados federales de Morena han presentado esta iniciativa, misma que formaría parte de una reforma electoral en la que se contempla su desaparición, y que dichas responsabilidades las absorba el Instituto Nacional Electoral (INE), lo que de inicio representaría una incapacidad tanto humana como financiera para llevarlo a cabo, y además, para muchos, sería un retroceso para la democracia que tanto ha costado construir en cada un de las entidades federativas, en las que si algo se ha vivido desde la creación de estos institutos electorales, es justamente la alternancia.

Fue el propio Lorenzo Córdova el que ha dejado ver que una decisión semejante pudiera representar un retroceso y echar por la borda todo lo que se ha avanzado hasta ahora en la materia, pues para el consejero presidente del INE, los OPLES han hecho su labor en los estados, ya que han estado a cargo de los comicios tanto para gobernadores, alcaldes y diputados locales y hasta ahora, dicho sistema ha funcionado de manera adecuada, pues el órgano federal se ha encargado de todo lo que tenga que ver con las elecciones de la Presidencia de la República, senadores y diputados federales, es decir, no pareciera haber argumentos de peso para modificarlo.

Desde luego que en un sexenio donde la austeridad republicana es una constante, no tendrían por qué los órganos electorales en los estados estar a salvo de ello, sin embargo, son organismos necesarios, más allá que se tenga que invertirles recursos públicos año con año, aún en aquellos en los que no haya elecciones, pues el dinero se tendrá que invertir con los OPLES o sin ellos, pues si los comicios estatales los absorbe el Instituto Nacional Electoral, de igual manera se le tendrá que inyectar y quizá en mayor medida, por que si se nombran consejos o extensiones del INE, los mismos van a generar el mismo costo, por lo que sería lo mismo quién organiza las jornadas electorales, ya sea de los estados o enviados desde la capital del país, como que no se le ve mucho caso y pareciera un capricho o revanchismo político hacia esas instancias.

La indefensión en la que han quedado los OPLES se reduce al mayoriteo que puedan infringir en la cámara baja los diputados de Morena, los que al parecer no quitarán el dedo del renglón en cuanto a esta iniciativa, misma que irremediablemente nos regresaría al centralismo del cual México tardó muchos años en salir, sin embargo, les bastaría -al parecer- tener el 50+1 para que pase y entonces sí, iniciaría el despido masivo de consejeros electorales y funcionarios de los organismos electorales de todo el país, por lo que se ve dicho escenario es altamente probable, pues hasta ahora ningún otro partido se ha pronunciado en contra, lo que deja en la indefensión total a los OPLES, que esperan casi casi un milagro antes que una decisión semejante se pueda tomar, con todo lo que ello implicaría para la democracia de nuestra nación.

Twitter: @dionelsena