Por: Dionel Sena

Cuando parecía que el trienio del doctor José Ramón Enriquez transcurriría en su última etapa sin mayores sobresaltos, resulta que esta semana regresaron a sus dependencias tres de los directores que iniciaron con él esta gestión, lo cual despertó muchas especulaciones, pues más allá que los movimientos los haya justificado la secretaria del Ayuntamiento, Trinidad Cardiel, como normales, asegurando que volvieron por que se cumplió su permiso tras solicitar licencia por las campañas electorales pasadas, es innegable que ya se habían dado nombramientos en esas mismas áreas a otros funcionarios, a los que al parecer les dijeron de última hora que siempre no, lo cual es extraño, pues poco o nada le podrán aportar ya a esa administración a poco menos de dos meses que concluya dicho mandato.

Los nuevos “nombramientos” son: el de Alfonso García Villanueva, que regresó como director de Salud Pública Municipal; Luz Elena Rodríguez González, a la Dirección de Educación, y Patricia Alanís, que regresa al Instituto de la Mujer. Por lo que no se descarta que otros personajes hagan lo propio; otra teoría es que el edil quiere que quienes estuvieron con él desde el principio, puedan ayudar a elaborar la entrega recepción de sus respectivas dependencias con absoluto conocimiento de causa, pues nadie mejor que ellos y ellas para saber exactamente lo que se hizo en tres años de Gobierno, en especial con el tema de las finanzas, pues se dice que los que vienen les van a contar hasta las plumas que estaban en el inventario antes que tomaran protesta, lo que hasta cierto punto debería verse como algo de lo más normal, pues eso mismo ocurrió en el 2016 con los que se fueron y con los que llegaron… ¿apoco ya nadie se acuerda?

Ni duda cabe -por las señales enviadas- que no será terso el proceso de entrega-recepción en el municipio de la capital, por lo que es de llamar la atención que estos tres “nuevos” funcionarios hayan aceptado regresarse para lidiar con todo lo que se viene, es decir, tendrán que cargar con todo lo que les encuentren, lo cual nos dicen exfuncionarios que han tenido que pasar por lo mismo, es sumamente desgaste y a veces poco educado, aunque si la petición vino directamente del oftalmólogo, al que se la deben, entonces no tenían mucho margen de maniobra como para decir que no, es decir, el mensaje que mandan es que se la jugarán con él hasta el final y tope donde tope, un precio que dicen algunos es muy alto, por todo lo que tendrán que enfrentar, más allá, si encuentran inconsistencias o no.

Una de las declaraciones que más llamaron la atención sobre este tema fue sin duda la que emitió Minka Hernández, la cual fue enfática al asegurar que, independientemente de los cambios y nombramientos referidos, lo más importante en estos momentos es que los funcionarios responsables de cada una de las direcciones preparen un proceso entrega-recepción a la altura de las expectativas, es decir, que deberá ser lo más pulcro posible y si lo dice una de las personas más cercanas al próximo alcalde de Durango, Jorge Salum del Palacio, entonces son palabras que deben tomarse con mucha atención, no vayan a decir después que nadie les avisó y los agarren fuera de base, como dicen en el argot beisbolero, pues seguramente que los strikes estarán a la orden del día a partir del 1° de agosto.

Al tiempo… 

Twitter: @dionelsena