Por: Dionel Sena

Los dos partidos más fuertes de México, podrían llevar una de sus pugnas hasta la cámara alta, pues por un lado Acción Nacional ya propuso la desaparición de poderes en Veracruz para restablecer el orden, en un estado evidentemente fallido ante la ola de violencia que se agudizó con la llegada del gobernador morenista Cuitlahuac García; por su parte, los senadores de Morena propusieron hacer lo mismo pero en Tamaulipas -entidad gobernada por el PAN- ante la situación grave de inseguridad que de igual manera está viviendo, por lo que en este choque de trenes ya se verá quién se sale con la suya, aunque al final, lo más seguro es que terminen negociando, sin obviar que hay otra entidad en la que su mandatario deberían también ser removido, o en el mejor de los casos renunciar, y en la que tampoco pasará nada.

En el caso de Veracruz -marcado por la violencia desde hace ya varios lustros-, los panistas proponen no sólo desaparecer los poderes, sino también iniciar juicio político contra el actual Mandatario, mismo que dicho sea de paso, se colgó de la ola morenista en el 2018, pero está claro que no tiene la capacidad de llevar las riendas de una entidad muy compleja y en la que a diario matan, secuestran, levantan y ejecutan a hombres y mujeres por igual, ahí está el caso de Minatitlán, por mencionar un ejemplo, un lastre que acompañará al morenista hasta que termine su gestión, la cual deberían culminar lo más pronto posible, sin embargo, está claro que no va a pasar así.

Tamaulipas tampoco es el edén de la seguridad en México, pues desde los tiempos de Felipe Calderón -cuando le declaró la guerra al narco-, esa zona se volvió tierra de nadie y conforme avanzan los años, las estadísticas aumentan de manera preocupante, sin embargo en el 2016, con la llegada del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, se llegó a pensar que el tema podría mejorar, pero no fue así; hábilmente Ricardo Monreal aclaró que Acción Nacional tiene varios gobernadores incapaces de controlar la seguridad en sus estados, por ello citó los ejemplos de Chihuahua, Guanajuato y la entidad tamaulipeca a la cual se hace referencia, lo que no es ninguna mentira, pero está claro que solas esas administraciones no sacarán adelante ese delicado tema.

El otro claro ejemplo de ineptitud es el de Cuauhtémoc Blanco, en Morelos, mismo que incluso se habla que en días pasados acudió a Palacio Nacional a presentar su renuncia como gobernador de esa entidad, pues se dice que ya no aguanta la presión ni la inseguridad que vive, algo que difícilmente podrá controlar un exfutbolista, del que quizá los habitantes de ese estado ya se arrepintieron de haber votado por él, pues es clara la incapacidad para salir avante de situaciones de este tipo, mismas que se presentan a diario, y al parecer no hay forma de que el tema se arregle, pues el discurso de echarle la culpa de todo a Graco Ramírez ya pasó de moda y ahora le toca a él dar resultados.

Está claro que difícilmente se declarará la desaparición de poderes en alguna de esas entidades, pues en su momento el Congreso de la Unión tuvo la oportunidad de pasar a la historia haciendo lo mismo en Baja California, con Jaime Bonilla y su agandalle, caso en el que políticamente tenían todos los argumentos para transitar y aún así no lo hicieron, por lo que es casi imposible que lo harán en los otros tres casos referidos.

Al tiempo…

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