Por: Dionel Sena

En la recta final del penúltimo año de Gobierno de José Aispuro Torres, hay dos temas que envuelven particularmente al titular del ejecutivo estatal, el primero, el cómo le irá en su informe de Gobierno que dará ante un renovado Congreso del Estado en el que pudiera tener más aliados que los dos últimos con los que ha tenido que lidiar en este mismo sexenio, segundo, los cambios que seguramente anunciará para áreas importantes de su administración, lo que suena lógico que ocurra, valorando que en toda administración hay quienes abren, quien consolida los proyectos gubernamentales y quien cierra, por lo que no sería extraño que se apuntalen algunas áreas que requieren de una oxigenación y de las que tendrá la mejor valoración el oriundo de Tamazula y nadie más.

Habrá quienes piensen que dichos cambios pudieran darse hasta que haya pasado su informe de Gobierno, sin embargo, en este lustro de su administración, quien despacha en el Bicentenario ya ha sorprendido marcando la agenda y haciendo cambios importantes en su gabinete que marcaron la agenda apenas el año pasado, ahí está el ejemplo de Adrián Alanís Quiñones y Arturo Salazar Moncayo, los cuales parecían inamovibles en su momento y que aun así los cambios se dieron, lo que causó la sorpresa de propios y extraños, antecedente que debe tener nerviosos a varios, aunque está claro que no deben preocuparse aquellos y aquellas que han estado a la altura de las expectativas y cuyos resultados sin medibles.

Se debe entender que también pueden pedir su cambio aquellos y aquellas que tengan aspiraciones políticas con miras al 2022, ya sea para una alcaldía, una regiduría y por qué no, hasta para la gubernatura, por lo que no sería para nada descabellado que en dichos cambios pudieran ser incluidos, pues no se puede soslayar el hecho de que el proceso electoral inicia el noviembre, tiempo para el cual, lo recomendable, es que ya estén libres de compromisos en la función pública y de esa manera puedan ser elegibles para ser tomados en cuenta llegado el momento, aunque la última palabra sin duda alguna la tendrá el ejecutivo estatal, para el que hay hombres y mujeres claves en su administración que resultan imprescindibles para el cierre de su gestión, de ahí el que algunas modificaciones puedan llevar más tiempo del esperado.

Lo idóneo sería que cada secretario actual esté presente para la glosa ante el Poder Legislativo, pues nadie mejor que los que están para defender los números entregados por el gobernador en su comparecencia ante los 25 diputados que estarán en el pleno, sin embargo, ya José Aispuro Torres ha demostrado que puede modificar esa tradición, por lo que todos deberán estar preparados para alguna sorpresa llegado el momento, pues los cambios y anuncios que se den, tendrán irremediablemente implicaciones electorales para el 2022 y eso no hay que ser un erudito en la materia para saberlo.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena