Por: Dionel Sena

Finalmente pasó lo que tanto nos temíamos, la declaratoria de emergencia sanitaria llegó a México; ayer integrantes del Consejo de Salubridad, entre ellos Marcelo Ebrard, hicieron pública la decisión, misma que debió ser aprobada desde Palacio Nacional y que implicará distintas acciones a partir de este 30 de marzo y hasta el 30 de abril, algo que en definitiva, ya se esperaba a partir de los ejemplos presentados por otras naciones, como Italia y España, con un comportamiento muy parecido a como se desarrolló la pandemia, por lo que era inevitable que estas medidas llegarán tarde o temprano a nuestra nación, más allá de que quien ocupa la máxima magistratura jamás mandó mensajes de entender las dimensiones de dicha contingencia sanitaria.

Se debe precisar, que a partir de este lunes 30 de marzo, quedaron suspendidas todas aquellas actividades no esenciales en los sectores público, privado y social; sin obviar que aquellos sectores esenciales, deberán evitar -entre otras cosas- aquellas reuniones con más de 50 personas, lavado de manos, estornudo de etiqueta y saludo a la distancia. También incluirá el exhorto al resguardo domiciliario tanto quienes en este momento están en el país, como quienes apenas están llegando a él, haciendo especial hincapié a personas mayores a 60 años y con enfermedades crónico degenerativas, sin obviar a las mujeres embarazadas, sin importar si su actividad se considera esencial o no en cualquiera de los ámbitos antes descritos.

Es importante aclarar que luego del anuncio de la emergencia sanitaria, se deberá esperar al menos hasta el 30 de abril, para que secretarías como la de Salud, la del Trabajo y la de Economía, valoren la situación en ese momento y pacten un regreso escalonado de todas las actividades que, deberán estar detenidas por espacio de 30 días, tiempo durante el cual, quedarán suspendidos también los censos y encuestas que involucren la movilización de personas; sin dejar de lado que las medidas antes mencionadas, serán acatadas con estricto apego a los derechos humanos de cada uno de los mexicanos, es decir, se evitará vulnerar esos derechos, lo que no será fácil de lograr si lo que se quiere es detener el contagio.

Cabe hacer mención, que muchas de estas medidas, ya se venían aplicando en los estados, con el exhorto constante de sus gobernadores de que la ciudadanía debía quedarse en casa, lo que no muchos atendieron y ésta es una de las consecuencias de ello, pues ayer ya se rebasó la cifra de los mil casos confirmados por COVID-19, registrando además 28 decesos, según lo comentó el mismísimo Hugo López Gatell, que se ha convertido en el principal referente para hablar de la pandemia, mismo que no hace mucho, dijo que los mexicanos no debíamos alarmarnos y apenas el fin de semana anterior, cambió su discurso por un casi casi «sálvese quien pueda», cuando mencionó que todos debíamos quedarnos en casa por nuestro bien, recomendación que millones de personas se pasaron por el arco del triunfo semanas atrás, pues dichas medidas se generaron en varias entidades con mucho tiempo de antelación y muy pocos las acataron, por lo que el preludio no es el mejor.

Twitter: @dionelsena