Por: Dionel Sena

Lo que parecía impensable en el 2018, año en el que la ola lopezobradorista alcanzó Durango y permitió que la alianza Morena-PT ganara 14 curules en el Congreso local, finalmente se cristalizó, es decir, que los legisladores leales a Gonzalo Yañez, se pusieran de acuerdo con Sandra Amaya y compañía, para presidir en el último año legislativo, la Junta de Coordinación Política (Jucopo), posición que todo parecía indicar sería para Acción Nacional, pues hay que recordar que al no haber una mayoría absoluta a inicios de esta legislatura ante el rompimiento que se dio entre petistas y morenistas, se acordó entonces que el primer año sería para Morena, el segundo -que está en curso- para el PRI y el tercero para el PAN, siempre y cuando, no hubiera una representación que aglutinara al menos 13 diputaciones locales, lo que al parecer ya se dio.

Resulta que el viernes pasado, no fue un día cualquiera en el Congreso estatal, pues desde muy temprana hora empezó a tomar fuerza el rumor de que el acuerdo referido había llegado a su fin y que estaba en vilo que partido dirigiría la Jucopo en el último año legislativo, lo que provocó distintas versiones de políticos e incluso de algunos comunicadores, los cuales aseguraban que quien había provocado tal circunstancia era Esteban Villegas para mantenerse en dicha presidencia un año más, cuando la Ley Orgánica de ese Poder se lo impediría tajantemente, por lo que al pasar de las horas y cuando se supo que tanto morenistas como petistas se habían puesto de acuerdo, se puso en evidencia el desconocimiento, primero de la Ley y segundo, de lo que realmente había ocurrido al interior de ese recinto legislativo por parte de quienes sostenían que el nacido en San Juan del Río había sido el artífice de todo el asunto.

Pocos entendían la cerrazón en el 2018 del PT, de no unir fuerzas con Morena para ambos presidir por los tres años la Junta de Coordinación Política, cuando en la sumatoria, tenían la mayor cantidad de curules, lo cual fue bien aprovechado por el PRI, mismo que después de que su presidente Luis Enrique Benítez Ojeda rescatara la plurinominal de Paco Ibarra, finalmente pudo dar el número mínimo de diputados para ser considerados como Grupo Parlamentario y así, encabezar la Jucopo al menos por un año, lo cual todo indicaba que replicaría la representación del PAN, pero nadie contaba con que Gonzalo Yañez y Sandra Amaya platicarían e iban a decidir ir juntos en el último año legislativo, bajo el argumento de que debía haber equilibrio de poderes en Durango por el bien de la democracia, lo que tomó por sorpresa a más de uno y que ya generó reacciones de disgusto e inconformidad, mismas que seguramente en las próximas se multiplicarán, aunque el golpe ya está dado.

Con lo anterior, está claro que salvo que ocurra algo verdaderamente extraordinario, el último año de la Jucopo, lo encabezará una vez más Morena y lo más lógico, es que sea Sandra Amaya quien asuma dicha responsabilidad, pues el hecho de que haya logrado alinear en esa misma causa a todos los diputados de esa misma fuerza electoral y que al mismo tiempo, haya tejido el acuerdo con Gonzalo Yañez para hacer posible escenario, son méritos suficientes como para darle ese respaldo de quedar al frente, aunque aún cabe la posibilidad de que en esa unión de fuerzas, sea un petista quien pudiera dar la sorpresa, lo que si bien no está en el panorama de muchos, en política no hay nada escrito y lo que pasó con la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, es la prueba fehaciente de ello.

Se debe precisar que la decisión sobre que fuerza electoral presidiría la Jucopo en el último año legislativo, fue respaldada con 14 votos a favor (Morena y PT) , por cinco en contra (PAN) y seis abstenciones, estas últimas, los votos del PRI y la representación del Verde que aun habiendo votado en contra de la propuesta, ni así hubieran cambiado lo que petistas y morenistas ya habían decidido.

Twitter: @dionelsena