Por: Dionel Sena

Parece que ya no hubo forma de prolongar el mantener a Esteban Calderón Rosas al frente del Poder Judicial en Durango, pues la tarde del viernes trascendió que la decisión de su separación del cargo ya estaba tomada a partir de su manera de conducirse al frente del Tribunal Superior del Estado y el malestar generado entre quienes integran ese poder, por lo que no es ningún secreto que había temas de forma y de fondo de algunos años a la fecha que hicieron insostenible su permanencia en el cargo, además de que poderes políticos se estuvieron moviendo en torno al tema y la reyerta de los abogados en agosto del año pasado, donde hubo vehículos quemados y varios detenidos, fue la prueba de ello.

 Se sabe que una de las primeras instrucciones que tuvo Héctor Flores Ávalos a su llegada a la Secretaría General de Gobierno era recuperar la estabilidad en el Poder Judicial del estado, de ahí la importancia de que el descrito, más allá de grillas al interior del Tribunal Superior de Justicia, estuvo sosteniendo reuniones con distintos magistrados del pleno para conocer de viva voz lo que estaba ocurriendo, pudiendo hacer un análisis y diagnóstico con el que se construyó la salida de Calderón Rosas, pero con base en un procedimiento que fortaleciera a la Institución frente a la sociedad y no como consecuencia de un motín de abogados y mucho menos a través de un golpe de estado de algún grupo mayoritario de magistrados.

 Se sabe que el pasado viernes con la interlocución de Flores Ávalos, se realizó una comida en donde estuvieron los magistrados compartiendo el pan y la sal como el gobernador José Aispuro Torres quien les dejó en claro: la necesidad de fortalecer a ese tribunal, tras lo cual, Esteban Calderón presentó su renuncia, lo que demuestra que la operación iba en serio. Por lo que el ejecutivo estatal agradeció el gesto de quien hasta ese momento aún era presidente y surgió el nombre de Ramón Guzmán Benavente como alguien que podría sucederlo en el cargo, lo que no deja de ser alguien con un perfil totalmente opuesto a quien ya dejó esa responsabilidad por el bien de todo el poder judicial.

Aunque es casi un hecho que la propuesta que se puso sobre la mesa, es la del ex Fiscal General del Estado, la última palabra la tendrá el pleno del Tribunal que en breve, deberá sesionar y tomar una decisión al respecto, pues está claro que esa responsabilidad no puede quedar acéfala por mucho tiempo, por lo que será en las próximas horas, días quizá, cuando se dé a conocer una decisión oficial, la que deberá cambiar el rumbo de cómo se estaba manejando el poder judicial que estaba claro, no satisfacía a nadie y que había generado ya muchos conflictos, algunos de ellos absolutamente innecesarios, por lo que se deberá recuperar en el corto plazo la estabilidad del Tribunal Superior de Justicia en Durango y esa es una buena noticia por donde se le quiera ver, pues lo que se tenía que hacer se hizo y al parecer la decisión que se tomó, fue la más salomónica. 

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