Por: Dionel Sena

Uno de los íconos de Morena y parte fundamental del mensaje de ese proyecto político antes y después de que ese triunfará en las elecciones del 2018, se ha convertido en una auténtica piedra en el zapato de la Cuarta Transformación (4T), pues Porfirio Muñoz Ledo no pierde oportunidad para criticar un día si y el otro también, las políticas ordenadas desde Palacio Nacional, en especial las referentes al tema migratorio y cuando estas, tienen que ver con el trato que nuestro país le está dando a los migrantes que buscan pasar por México para tratar de conquistar el sueño norteamericano, lo cual hace no mucho tiempo era un paso libre de cualquier persona que venía de Centroamérica, lo que ha cambiado de manera exponencial aunque no se esperaba que alguien del mismo equipo, se convirtiera en su principal crítico.

Después de que al experimentado político lo quitaron como presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, ya nada volvió a ser igual entre él y quienes forman parte del actual régimen gubernamental, pues queda claro que desde ese entonces, ya era incómodo y se sabe que nunca tuvo pelos en la lengua para expresar su sentir, por lo que al no haber un compromiso con quienes lo acompañaron en los comicios de hace dos años, pues era de esperarse que su discurso iba a endurecerse, lo que seguramente no hubiera cambiado si hubiera seguido en la misma posición, pues está claro que tiene su propia forma de pensar y esta dista mucho de ser un porrista de la 4T.

Apenas ayer Don Porfirio, durante su participación en el debate de la agenda política sobre la migración en México, pidió públicamente la «cabeza» del actual director del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, quien ha dejado mucho que desear desde que asumió esa responsabilidad, misma que desempeñó de mejor manera Tonatiuh Guillén, pues las redadas para «rescatar» a los migrantes que entran al país por la frontera sur y la violencia infringida, en definitiva que no es el mejor mensaje que se quiera mandar, sin embargo, el titular del Instituto referido, lo único que está haciendo es poner en marcha sus conocimientos carcelarios, actividad que desempeñó por 12 años, es decir, no se podía esperar más de él, pues está haciendo lo que mejor sabe, sin embargo, México jamás se distinguió por darle un trato así a los migrantes.

Ni duda cabe que el rompimiento entre Porfirio Muñoz Ledo y Morena, es más que inminente, sin embargo, esté o no esté dentro de ese partido o de la propia 4T, es un hecho que lo que le quede de vida política, este sui géneris personaje seguirá dando de que hablar y lo más seguro, es que seguirá siendo una piedra en el zapato de los que alguna vez fueron sus aliados, por lo que que la sensura hacia el experimentado político va a continuar y de lo cual, ya han dado muestras quienes forman parte de ese proyecto político a través de distintas trincheras, ahí está el caso de lo ocurrido el pasado miércoles, cuando las bancadas morenistas tanto de la cámara alta como de la cámara baja, evitaron que Don Porfirio hiciera uso de la palabra para rectificación de hechos durante el fallido informe que presentó la impuesta Rosario Piedra Ibarra, actual presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; lo que se volverá una costumbre a partir de lo antes expuesto.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena