Por: Dionel Sena

Por inverosímil que parezca, uno de los principales críticos de la era de la «Cuarta Transformación», es por mucho Porfirio Muñoz Ledo, mismo que lejos de ser comparsa de todo lo que se haga desde Palacio Nacional, se ha distinguido por ser un auténtico inquisidor de las políticas gubernamentales de Andrés Manuel López Obrador y compañía; apenas esta semana no tuvo empacho en hacer públicas las deficiencias que tienen la Guardia Nacional y el actuar del gabinete del presidente, mismo que ofrece más dudas que soluciones, para ser absolutamente sinceros, tal es así que se rumora sobre la inminente salida de Olga Sánchez Cordero, que, según se comenta, tiene ganas de seguir los pasos de Carlos Urzúa y de Germán Martínez, lo que agudizaría aún más la crisis que en este momento prevalece en el equipo más cercano al tabasqueño, por más que lo nieguen.

Sin embargo, y regresando a lo que citó esta semana Muñoz Ledo, no se sabe qué se traiga el legislador, pero siempre que se le pregunta por alguna decisión o política federal de la «4T», es casi un hecho que será aún más punzante que cualquier otro emanado del PAN o del PRI, pues por ejemplo, señaló que la Guardia Nacional -joya de la corona dentro de la «4T»- era como la Virgen de Guadalupe, pero con pistola, lo que en definitiva no deja bien parados a los elementos de esa corporación, los cuales se han distinguido más por realizar labores netamente antimigratorias que de seguridad; incluso en los últimos días trascendió que tres de esos efectivos integraban una banda de secuestradores, información que en definitiva no deja bien parada a la que se supone es nuestra última línea de batalla -al menos así es como la ha vendido el Ejecutivo federal-, pues hay entidades en las que no ha sido bien recibida, ahí está el caso de Tabasco, que paradójicamente es la tierra que vio nacer a quien despacha hoy en Palacio Nacional.

El hecho  que diga que espera que la «4T» no se vaya a convertir en el “Cuarto Trancazo”, también es una frase digna de la reflexión, pues queda claro que al experimentado político no le gusta la manera en que se está gobernando, no hace mucho también criticó la estrategia migratoria, lo que no gustó mucho al seno de Palacio Nacional, sin embargo, don Porfirio está más allá del bien que del mal, pues ha pasado por distintas vicisitudes que lo hacen intocable, es decir, le hacen lo que el viento a Juárez, pues es el Presidente de la Mesa Directiva y al parecer, lo será de manera “vitalicia”, salvo que lleguen indicaciones superiores para removerlo, lo cual no serviría de mucho, pues siempre que hable seguramente que los medios de comunicación y la gente, lo van a escuchar, por lo que no le quepa la menor duda, esté en donde esté, es un hecho que seguirá marcando agenda.

Finalmente están sus duras críticas al gabinete, mismo que ha resultado inoperante en muchos aspectos, hasta el propio Ricardo Monreal lo ha cuestionado de que no está a la altura del ritmo de trabajo del Presidente, y que por ese motivo, hay algunos y algunas que ya no deberían estar ahí, aunque por otra parte, no debe ser fácil lidiar con esa responsabilidad, es decir, dar la cara por las decisiones que tome en cada una de las áreas su jefe -aunque en muchas de ellas no estén de acuerdo- sobre las políticas gubernamentales y hay varios casos recientes que se podrían citar; mientras esto ocurre, Porfirio Muñoz Ledo le seguirá tupiendo al Gobierno de la «4T», más allá que haya llegado junto con ellos a donde está, pues al final hay cosas que resultan indefendibles y muy criticables. Ahora sí que no faltará quien diga… ¡No nos ayude, don Porfirio!

Twitter: @dionelsena