Por: Dionel Sena

La telenovela que de unas semanas para acá viene protagonizando Emilio Lozoya Austin, ha buscado arrojar nuevos capítulos sobre todo lo que sabe el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex); apenas este martes trascendió que durante la campaña del expresidente Enrique Peña Nieto, se habrían repartido -por concepto de sobornos- más de cien millones de pesos, sin embargo, más allá del monto en sí, el tema no es nuevo y lo único que garantiza, es que dicha historia se siga extendiendo y guardando un especial morbo sobre todo lo que pudiera llegar a pasar, aunque todo lo que se ha dicho hasta ahora, ya era del dominio público, aunque claro, la bandera contra la corrupción también vende, máxime en tiempos donde el país atraviesa por otro tipo de necesidades del interés general.

Lo que raya en el descaro y que evidencia el trato que está tratando de signar con la Cuarta Transformación (4T), Lozoya Austin, es que él mismo ya presentó una denuncia de hechos por su participación en el caso Odebrecht, incluso ya aceptó regresar dos de sus lujosas propiedades para enmendar los actos en los cuales incurrió, más allá de que como él lo justifica, haya sido por seguir órdenes de sus superiores, algo que difícilmente se cree, valorando la idea de que cuando fue detenido estaba en una de las zonas más exclusivas de España, claro, a costillas de todo lo que aceptó hacer y que hasta ese entonces no se había quejado de sus participaciones.

Se dice que el objetivo del exdirector de Pemex, es entregar en charola de plata, no sólo a Enrique Peña Nieto sino también a quien fuera su acérrimo rival en ese sexenio, Luis Videgaray, pues ambos personajes le habrían ordenado entregar ese monto de recursos a asesores electorales extranjeros que habrían colaborado en la campaña del 2012, misma que perdió quien hoy despacha en Palacio Nacional aunque de manera mucho más abultada que como perdió con Felipe Calderón seis años atrás, aunque claro que el tabasqueño sigue pensando que con estos elementos aportados, ambas elecciones las ganó él, pero no pudo llegar por qué le hicieron trampa, quizá detrás de todo esto, es lo que está tratando de probar.

Tampoco se puede soslayar que en la denuncia que asegura la Fiscalía General de la República presentó Emilio Lozoya, se habla también de la compra de votos para la aprobación de las reformas estructurales del 2013, en donde se habrían entregado -por órdenes de los mismos personajes – algo así como 120 millones de pesos a un diputado y a al menos cinco senadores de aquel entonces, acusaciones que deberá probar con todas sus letras el exdirector de Pemex, pues si la telenovela termina siendo la palabra de quien acusa contra la de los incriminados, entonces de poco a nada servirá el caso a la 4T, más allá del quemón que seguramente se llevarán todos los involucrados, los cuales si llegan a librar la cárcel, poco o nada les importara lo que se piense de ellos.

Al tiempo…

Twitter: @dionelsena